La Semana Santa llenará Ciutat con 17 procesiones y en la más importante, la del Jueves Santo, participarán alrededor de 3.600 cofrades y 39 pasos, siete de ellos llevados a hombros o a costal. Los actos de Pascua comenzarán el Viernes de Dolores, el 7 de abril, con la procesión dels Estendards, donde desfilarán las 33 cofradías existentes en Palma. Después se celebrará el tradicional pregón, que este año correrá a cargo del abogado del Obispado Raimundo Zaforteza.

El Domingo de Ramos, día 9, tendrá lugar la primera procesión con pasos. Saldrán cinco, entre los que destacará el de la Virgen de la Paz, debido a que será portado por primera vez por mujeres a costal. En la procesión de la Sang, la más destacada de la Pascua palmesana, también habrá dos pasos nuevos, los de las cofradías de San Miguel Arcángel -Jesús Condenado- y de Sant Jeroni -el Preniment-.

La asociación de cofradías de Palma presentó ayer el programa de Semana Santa, del que se han impreso 12.000 ejemplares y se han repartido entre las iglesias y centros religiosos de Ciutat. Este año tendrán publicidad con el fin de sufragar los gastos y en ellos se detallan todas las procesiones, el itinerario y las características de cada una de las cofradías.

Tras la polémica que el pasado año suscitó la exigencia de Cort a la entidad de un seguro por si se producen accidentes a causa de la cera de los cirios, el presidente, Miguel Llabata, explicó ayer que cuentan con el pertinente seguro de responsabilidad civil, que ha costado 300 euros y cubre a todas las cofradías.

Otro problema planteado por el consistorio y el Consell es que debajo de la plaza del Hospital, de donde parte la procesión de la Sang, hay una bóveda y el peso de los pasos podría ser peligroso, por lo que recomendaron que 14 de los 39 pasos que desfilan salgan de la plaza de Santa Magdalena, situada a pocos metros de allí. Han sido escogidos por orden de antigüedad desde los dos llevados por la cofradía del Santo Cristo de los Navegantes hasta el de la de Santo Tomás de Aquino.

Respecto al certificado que la Diócesis exige a las cofradías para demostrar que no hay ningún miembro en el Registro estatal de Delincuentes Sexuales, Llabata recordó que lo exige la nueva Ley de Protección al Menor.