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Entrevista

José Díaz Cappa: "El discurso de odio, en sí mismo, puede ser delito"

Díaz Cappa relaciona los atentados en Europa con ataques "por rencor"

El fiscal Díaz Cappa, durante su intervención en Flassaders. B. Ramon

-¿Llegan muchos delitos por tema de odio a la delegación?

-No, llegan menos de los que desearíamos, pero cada año se van incrementando, en distintos campos. Unos se refieren a discriminación pura y dura, otros se refieren a lesiones o amenazas con el condicionante de la discriminación... Pero son pocos en general.

-Ha comentado que entre el 80 y 90% de los delitos no se denuncia.

-Como el iceberg, se queda casi todo hundido. De momento no hay una noción clara de que estos hechos deban de manifestarse, sobre todo porque los grupos que sufren este tipo de acometidas ven problemas, posibles revanchas o posibles conflictos como consecuencia de denunciar. Lo mismo pasaba con la violencia de género o el acoso escolar. Se necesita una mayor concienciación desde otros ámbitos, desde los medios de comunicación o de Gobierno, tanto estatal como autonómico.

-Supongo que es difícil discernir la libertad de expresión de un delito...

-Sí, este tipo de delitos, como en todos los demás, evidentemente está reservado para los hechos más graves o aquellos que tengan un condicionante más allá de la propia libertad de expresión. Cuando esa libertad de expresión se convierte en pública, genera una incitación o una promoción a realizar actos de carácter discriminatorio, ofensivo, xenófobo o racista, pues evidentemente trasciende más allá y se puede convertir en una conducta delictiva... Esto si estamos hablando del llamado discurso de odio, que se refiere exclusivamente a esas manifestaciones de expresión, ya sea a través de palabra, de las redes sociales o de las nuevas tecnologías de comunicación.

"Hay terminologías muy claras, como islamofobia

o antisemitismo, pero no la cristianofobia"

-¿Qué o quién fomenta el discurso de odio?

-El hate speech se utiliza para referirnos a todas estas manifestaciones de expresión a través de la palabra, prensa escrita, medios de comunicación en general o internet en que precisamente se tiende a fomentar conductas xenófobas, racistas, de hostigamiento o de discriminación contra determinados grupos o miembros de esos grupos por razón de su condición personal, su raza, su sexo, su identidad, su origen, su situación, su discapacidad... El discurso de odio en si mismo puede ser delito.

-¿El caso de Valtonyc encajaría en este discurso de odio?

-Lo conozco por referencia, he podido leer la sentencia condenatoria y por lo que vi en su momento, las letras de las canciones, me parece que suponían una manifestación penal del discurso de odio.

-¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías?

-El discurso de odio se fomenta sobre todo a través de las redes sociales y a través de las tecnologías de información y comunicación, a través de sitios web creados al efecto, y a través, sobre todo, de la deep web o web profunda, que es la que no vemos, aquella a la que no se puede acceder desde los navegadores o buscadores, que es el 90% ciento de la información que navega por internet. Son estos medios los que están potenciando más esta labor de difusión.

-En su intervención ha apuntado que en Occidente también podemos sentirnos objeto de odio.

-De hecho es así. Atentados como los de París, o como el de España el 11 M o incluso el 11S ¿qué estan suponiendo? Un ataque de determinadas personas que lo hacen por ese rencor, ese odio hacia las vivencias de unas personas que en otros países viven de forma diferente. En ese sentido, el mismo discurso racial, discriminatorio, debe trasladarse de un lado a otro. Lo que pasa es que como normalmente somos los europeos los que estamos haciendo más legislación, pues nos vemos comprometidos a no meterlo en el grupo. Pero estas conductas también podrían ser consideradas discriminatorias. No es que no sucedan, pero al ver las terminologías, las definiciones, sí aparecen unas muy claras, como la islamofobia o el antisemitismo, pero no existe otros como la cristianofobia, que de hecho podría formar parte de este concepto.

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