La futura concesionaria que se encargue del mantenimiento del bosque de Bellver deberá cumplir a rajatabla el plan de uso y gestión, que fue aprobado en el pasado pleno de septiembre. El área de Infraestructuras está redactando en estos momentos el pliego de condiciones del mantenimiento, que incorpora el citado plan y se aprobará "en breve", según afirmó ayer la directora general, Virginia Abraham.

Además, recordó que la fase 3 del camino perimetral cuenta con un presupuesto de 400.000 euros, por lo que en principio se tiene que ejecutar este año. Se trata de un recorrido ahora pedregoso en muchos tramos, discontinuo, con barandillas rotas en varias zonas y que no está bien señalizado. Para la responsable política y el resto del equipo de gobierno, la importancia del vial perimetral radica en que sus 5,5 kilómetros de recorrido permiten que los usuarios paseen por allí y, de este modo, no utilicen los senderos que atraviesan la zona boscosa por el interior, una ilegalidad que está degradando Bellver a pasos agigantados.

Tal como advierte el plan de uso y gestión, el 20% del bosque está muy deteriorado a causa de la intensa presión humana y, si no se adoptan medidas, dentro de tres décadas el porcentaje subirá a casi la mitad de la zona boscosa. Los paseantes que inclumplen las normas básicas de uso "ejercen una gran presión sobre los caminos naturales y las áreas de estancia, deteriorando con el pisoteo las zonas vegetadas adyacentes a estos, ensanchando los senderos y disminuyendo su cobertura vegetal, acentuando la erosión y la degradación del suelo", según el diagnóstico del plan de uso. Alerta de que existen zonas donde ya no hay vegetación, porque se buscan atajos y caminos cómodos a costa del pulmón verde de Palma.