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Sa Torreta

Explosión de color en la Rambla

Flores en la Rambla desde hace medio siglo. B. RAMON

Y la Rambla floreció. Durante tres décadas los puestos de venta de flores se ubicaron en la plaza Major. La Casa Negra de la Inquisición había sido derribada y, ya entrado el siglo XX, se instaló en su lugar el mercado palmesano. Hubo que esperar a la posguerra para que se adoptara una solución más moderna e higiénica. Así nació el mercado del Olivar.

La plaza Major ganó espacio ajardinado pero continuó siendo un lugar de paso. La calle Sant Miquel estaba abierta al tráfico y atravesarla era una practica ineludible para enlazar con la calle Colom y la plaza de Cort. La decisión municipal de construir un gran aparcamiento subterráneo modificó de forma radical la estética. Se derribó un grupo de edificios de la calle Navarra, en su lugar se construyó la escalera y se homogeneizaron las fachadas. Una consecuencia de este vuelco urbanístico fue el traslado de las floristas.

Hace medio siglo se presentaron los modernos puestos de venta de flores inspirados en los existentes en el paseo homónimo de Barcelona. Las autoridades municipales no ocultaban el plagio a pequeña escala: una docena de cabinas para rosas y claveles y otras dos para la venta de pájaros. No recuerdo que la segunda opción llegara a ser una realidad. Quien sí se aposentó en el otrora vacío paseo palmesano fue una tienda de numismática.

Las afectadas -las crónicas no dejan lugar a dudas de que el de florista era entonces un trabajo femenino- recelaban del traslado: "Quisiéramos continuar en la plaza Major. ¿Usted sabe lo apartada que queda la Rambla en la parte baja? Las flores hay que encontrarlas al paso para adquirirlas", decían a los periodistas. Como Miquel Ensenyat, no creían en el amor romántico. Los ramos solo se compran si te topas con ellos,

Los romanos que vigilan el extremo bajo del paseo sintieron una explosión de color a sus espaldas. La expectación generada con la llegada de las floristas solo se repitió en una ocasión: el día que varios empleados municipales armados de escalera y destornillador retiraron las placas con el nombre de 'Rambla dels Ducs de Palma de Mallorca'

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