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Ruido

El Ayuntamiento quita el sueño a sus vecinos

Numerosos aparatos de calefacción de oficinas municipales están encendidos toda la noche

Patio con los aparatos.

El Ayuntamiento es un molesto vecino, literalmente. Tanto que incluso quita el sueño a quienes tienen que convivir con él. Cort, como se conoce popularmente al consistorio palmesano, no solo es una administración pública, sino también un ocupante más en una finca de pisos y, como tal, a veces provoca problemas. Como los que sufren cinco inquilinos de la plaza Santa Eulàlia número 7 -en cuya planta baja se encuentra la oficina municipal de Población- debido a que nueve aparatos de aire acondicionado y calefacción de dichas dependencias y cuatro de otras oficinas enfrente están en funcionamiento toda la noche y no les dejan dormir.

Los afectados han denunciado las molestias del morador ruidoso ante la Oficina de Atención a la Ciudadanía (OAC) hasta cuatro veces, aunque por ahora siguen los desagradables sonidos, que proceden del patio interior de la finca. En una pared hay al menos nueve máquinas de calefacción y, en la situada enfrente, cuatro más grandes, como detallan.

"Están en funcionamiento todo el día y toda la noche, no de forma continua, sino intermitente, que es aún peor, porque cuando por fin consigues conciliar el sueño, el ruido del aparato te despierta de nuevo", según afirma uno de los afectados. Pero "lo más grave es la vibración de las paredes", destaca. Tras explicar el problema en la primera denuncia, que fue interpuesta a finales de enero, solicita a Cort "que sean supervisadas las instalaciones y solucionado el problema", originado por la propia administración municipal. En el escrito se recuerda además que las vibraciones de las paredes "son ilegales", así como tener los aparatos de aire acondicionado y calefacción en un patio interior, según les dijeron desde el área de Sanidad y Consumo, ubicada a pocos metros de allí.

Este departamento conoce el problema y ayer informaron de que "se ha iniciado el procedimiento, se ha comunicado a la Policía Local, que debe realizar sonometrías para verificar la denuncia, y se ha pedido un informe a Disciplina Urbanística", por lo que el Ayuntamiento podría ser sancionado por él mismo.

Mareo policial

Además de interponer denuncias, llamaron a la Policía para que un agente realizase las mediciones sonométricas. Les informaron de que solo podía ser por la mañana, no por la noche. Se pusieron en contacto de nuevo con ellos para concertar la cita matinal y en esta segunda ocasión les dijeron que tenía que ser por la noche. Así lo acordaron, pero nunca apareció ningún policía.

Desesperados, acudieron a las cercanas oficinas de Sanidad y Consumo, donde les reconocieron la ilegalidad de la situación y les indicaron que solo se pueden realizar sonometrías, aunque no medir las vibraciones, por lo que dependerá de la sensibilidad del agente que acuda a visitarles. Desde este departamento se han iniciado las gestiones para que Cort no siga siendo el inquilino más molesto de la finca.

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