Cort exige a los propietarios de la finca por donde transcurre el camino real de Puigpunyent que retire las dos barreras colocadas junto al cementerio de la Vileta, es decir, en los accesos a las dos bifurcaciones del camino, que está protegido por el Catàleg de Camins Públics. La concejalía de Urbanismo y Modelo de Ciudad se pondrá en contacto con los promotores del cierre para que retiren dichos impedimentos de forma voluntaria. Si no atienden a este requerimiento, abrirá un expediente disciplinario, como afirmó ayer el gerente del área de Urbanismo, Joan Riera.

La concejalía se enteró de la instalación de una barrera en el camino colindante al golf de Son Quint hace tres semanas a causa de varias quejas vecinales y, pese a que cuenta con licencia de obras desde septiembre de 2016, decidió encargar un estudio a una ingeniera de caminos del Ayuntamiento. La funcionaria cotejó planos históricos, fotos antiguas y actuales, documentos patrimoniales y testimonios de residentes del barrio.

Después de analizar toda esta información gráfica, escrita y oral, llegó a la conclusión de que el camino real que antiguamente comunicaba la capital con el pueblo de Puigpunyent "tenía tres bifurcaciones en Palma: Son Quint, Son Vida y el cementerio de la Vileta. Al construirse el campo de golf, la bifurcación de Son Quint quedó dentro de esa finca, por lo que los promotores hicieron un camino perimetral para sustituir al originario. Por ello, este camino alternativo es ahora público y se tiene que abrir", explicó Riera.

La barrera metálica y el muro de piedra lo cierran totalmente, mientras que la bifurcación que comienza pegada a la tapia del cementerio permite el paso de peatones, aunque el gerente de Urbanismo y Modelo de Ciudad incide en que también tiene que quedar abierta.

Tal como detalla el Catàleg de Camins Públics, del Consell de Mallorca, se trata de "uno de los pocos caminos históricos que todavía conservan los elementos constructivos tradicionales en la Palma de fora portes. El camino de carro enlaza la capital con Puigpunyent por el Coll de Son Marill (de 287 metros) siguiendo un trazado resuelto con mucha eficacia y economía. Desde el punto de vista constructivo, el tramo montañoso es del todo espectacular gracias a un bien elaborado empedrado y del que quedan importantes tramos", en palabras de los autores, Tomàs Vibot y Just Hernández.

Destacan que la rehabilitación de esta "interesantísima vía supondría la conexión entre Palma y la Ruta de la Pedra en Sec, a la vez que la recuperación de un bien patrimonial de primer orden". El Consell ha iniciado los trámites para realizarlo.