Un lustro ha pasado ya desde 'l'any de sa neu'. El 4 de febrero de 2012, Palma vivió su segunda nevada más importante desde la que tuvo lugar en el año 1956, como lo ha recordado hoy la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Este sábado se cumplen cinco años desde ese día en que Ciutat "se volvió niña" y los ciudadanos salieron a jugar con la nieve que cuajó en parques, árboles y hasta al lado del mar.

"Me he despertado. He corrido las cortinas de la ventana y he visto todo blanco. ¡No podía ni creérmelo!". Este microrrelato se escuchó una y otra vez en distintas bocas, remarcaban las crónicas de ese día inolvidable para muchos palmesanos.

Mallorca vivió entonces una de las nevadas más intensas de su historia. Los copos llegaron hasta las playas y se pudo observar el contraste de la nieve junto al mar. Palma y la Serra de Tramuntana amanecieron con un espectacular manto blanco que, en enclaves de la Serra como Lluc, llegó a los 30 centímetros. En la capital, a primeras horas de la mañana, se llegaron a observar hasta siete centímetros de nieve en los puntos más elevados de la ciudad. En otras zonas, como en el paseo Marítimo, se midieron tres centímetros.

Lo cierto es que la ciudad fundida en blanco emocionó a todos aquel día en el que los muñecos de nieve se convirtieron en los protagonistas absolutos.