El presidente de la Autoridad Portuaria, Joan Gual de Torrella, ha denunciado ante la Fiscalía el sabotaje de su coche particular en dos ocasiones. El responsable político, que en julio anunció la paralización de la ampliación del puerto del Molinar, se encontró a final de año un cable de hierro introducido en el tubo de escape del vehículo, un acto vandálico que se produjo en dos ocasiones. Una de las veces, el cable medía más de un metro de largo y había sido metido hasta el fondo del tubo de escape.

Gual de Torrella sospecha que el sabotaje se ha producido por la decisión de no prorrogar el año que viene la concesión al Club Marítim Molinar de Llevant, no ampliar el puerto no ampliar el puerto y gestionar los 120 amarres de forma directa, una decisión que todavía tiene que ser ratificada por el consejo de administración de la entidad portuaria. El presidente denunció los hechos hace dos meses ante los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y la Fiscalía, que ha abierto diligencias para tratar de dilucidar quién o quiénes son los autores de este acto ilegal y peligroso.

El responsable político, que fue elegido por la presidenta del Govern, Francina Armengol, para liderar una nueva etapa en los puertos del Estado gestionados por la comunidad autónoma, se dio cuenta de que pasaba algo raro en su coche un día en el que, después de arrancar, el vehículo circulaba muy lentamente y con problemas. Tras inspeccionar el motor y no encontrar nada, miró la parte trasera y observó que del tubo de escape sobresalía un cable de hierro.

De inmediato fue consciente de que este hecho no era casual, sino intencionado, por lo que hizo fotos y un vídeo con el fin de ponerlo en conocimiento de las autoridades competentes. Ese mes, diciembre del año pasado, volvió a ocurrir lo mismo, aunque en esta ocasión con un cable más largo e introducido de forma más profunda y precisa, por lo que las sospechas aumentaron, según fuentes de la Fiscalía, que está investigando el caso.

Rescate de concesiones

Por otra parte, el Boletín Oficial del Estado (BOE) informó en su publicación del miércoles de los nuevos poderes que ha adquirido el presidente de la Autoridad Portuaria sobre la caducidad de las concesiones. Como detalló ayer el organismo estatal, ya no será necesaria la aprobación del consejo de administración de la AP, porque delega en el máximo responsable portuario. Joan Gual de Torrella y los próximos presidentes tendrán capacidad para rescatar las concesiones de los puertos, es decir, para establecer caducidades si no se cumple lo estipulado. De todos modos, el último paso será la ratificación del consejo de administración. Esta decisión se ha adoptado "para evitar que los procesos de caducidad, que son complejos, se alarguen tanto en el tiempo que lleguen a incumplir el plazo que estipula la ley para ello. Es una decisión que afecta a todos los puertos del Estado".

Según las mismas fuentes, esta nueva situación no afectará en absoluto al club del Molinar, ya que el objetivo de la AP con este puerto es esperar a que finalice la concesión, en marzo de 2018, y no prorrogarla para gestionarlo directamente, pero en ningún momento han anunciado que la rescatarán antes.