La concejalía de Educación ha concedido 341 bonos escolares otras tantas familias con alumnos con edades comprendidas entre los 0 y 3 años que se han repartido entre 23 centros de educación infantil privados de la ciudad previamente concertados con el Ayuntamiento con el fin de cubrir la falta de plazas de las escoletes públicas municipales.

Estas ayudas se han concedido a lo largo del último trimestre del pasado año, que coincide con el primer período del actual curso lectivo, y han supuesto un gasto de 78.800 euros. Para hacer frente a este servicio, el Patronat Municipal d'Escoletes cuenta este año con un presupuesto de 278.000 euros.

Las ayudas se conceden en función de la renta familiar de las familias que las solicitan y pueden cubrir un porcentaje de los gastos ocasionados por los servicios que se prestan en la escoleta o guardería y, en algunos casos concretos, previo informe de los servicios sociales municipales, alcanzar la totalidad.

Se trata de una prestación implantada a finales de los años 90 y que en su momento fue muy polémica, puesto que determinados sectores y los partidos de izquierda, que entonces estaban en la oposición, apostaban por la creación de más plazas en los centros públicos en lugar de subvencionar la asistencia a una guardería privada.

Los centros privados que pueden acoger alumnos con bono escolar deben cumplir una serie de condiciones que controla el Patronat con el fin de garantizar la calidad de las prestaciones.