Pese a que las lluvias del último fin de semana llenaron los embalses de la Serra hasta su desbordamiento, la Empresa Municipal d'Aigües i Clavegueram (Emaya) mantendrá la subida de las tarifas aprobada a finales del año pasado.

La presidenta de la empresa municipal y teniente de alcalde de Medio Ambiente, Neus Truyol, recordó que el aumento de las tarifas -que aún no se aplica porque está pendiente de ser aprobado por la comisión de precios del Govern balear- no afectará al 78% de los abonados ya que se ha establecido una bonificación para los bajos consumos.

Recordó asimismo que el incremento tarifario se aprobó como medida de ahorro de agua, y se centra en el incremento de la progresividad de los recibos, un objetivo independiente del agua disponible en cada momento.

Además, recordó que los embalses, como máximo, pueden proporcionar el 30% del agua que necesita la ciudad para el consumo humano durante un año, por lo que, pese a que las presas están llenas y rebosando, se continúa necesitando del líquido procedente de las fuentes y de los pozos.

Al respecto, recordó que los acuíferos, si bien con las últimas lluvias ha subido el nivel del agua, aún no están totalmente recuperados tras años de sobreexplotación, por lo que se necesita, o bien infiltrar agua en el subsuelo, o bien dejarlos descansar.

Indicó que, por ello, y para que la planta desaladora de agua potable pueda funcionar correctamente, se va a seguir utilizando líquido desalado, aunque probablemente no se van a adquirir los 8,5 millones previstos inicialmente en el presupuesto de Emaya para el presente año.

Además, insistió en que no es lógico que las tarifas del agua, que es un bien escaso, varíen en función de la mayor o menor cantidad de líquido disponible en un determinado momento, puesto que "si ahora bajamos las tarifas por esta razón, probablemente en agosto deberíamos subirlas nuevamente".

En relación a los embalses, Truyol confirmó que siguen vertiendo agua a los torrentes, aunque en menor cantidad que en días pasados. Se utilizará todo el líquido que se pueda para el consumo, además de estudiarse la infiltración en acuíferos con el fin de rebajar el nivel y evitar que vuelvan a rebosar si llueve nuevamente.