"Ya hemos hecho un milagro. Les hemos dado huevos a las monjas y tenemos crespellets", decía a los niños Kika Coll, de la Confraria de Sant Sebastià. Las clarisas obsequiaron de este modo a los numerosos pequeños que ayer acudieron al convento de Santa Clara para realizar una ofrenda y evitar que llueva las fiestas del patrón, algo bastante probable mirando el cielo y el parte meteorológico. De todos modos, la visita fue fructífera, porque el centenar de asistentes al pasacalles, entre cofrades de Sant Sebastià y participantes del colectivo Orgull Llonguet (se les podía distinguir por el pañuelo verde o amarillo), se divirtieron en el primer evento organizado al margen del programa oficial del Ayuntamiento.primer evento organizado al margen del programa oficial del Ayuntamiento

Tras salir sobre las 10.30 horas de la calle Can Vatllori, cerca de Sindicat, el Drac de na Coca y los pasos con la imagen del santo -un cuadro y una escultura- se adentraron en la Calatrava para llegar al patio del convento en compañía de los congregados. Les esperaban tras una reja ocho de las 15 monjas de clausura, ya que las demás son muy mayores, y cuando el recinto se llenó y los niños realizaron la ofrenda, una de las hermanas contó quién era Sant Sebastià y cómo libró de la peste a los palmesanos. Todos juntos cantaron Sor Tomasseta dos veces, una sin xeremiers y otra con su música, antes de partir y continuar la fiesta.

Siguen en Oms

El siguiente punto de encuentro era la calle Oms, frente al bar Can Vinagre, donde a mediodía se prepararon juegos infantiles de construcción con palos y cubos de madera. También había un photocall con un cómico dibujo del patrón de Ciutat asaeteado y con la cabeza de quien quisiera colocar la suya en un agujero para fotografiarse. Allí mismo, varias torradoras sirvieron para calentar el cuerpo y aliviar el hambre tras tanto paseo con Sant Sebastià a hombros.

El próximo evento organizado por un colectivo alternativo a Cort será el miércoles, a cargo de Orgull Llonguet, aunque con la asegurada participación de la Confraria. La llonguetada por las calles, plazas y bares de Palma abrirá boca para la Revetla.