El texto definitivo de la nueva ordenanza de limpieza que redacta el Ayuntamiento de Palma amplía la prohibición del uso de las bolsas de plástico de un solo uso a todas las actividades empresariales y no solo a los comercios.

De esta forma, cuando esta medida entre en vigor a partir del día uno de enero del próximo año, establecimientos como las farmacias, los estancos y las demás actividades empresariales y administrativas deberán abstenerse de utilizar bolsas de plástico. Hay varias excepciones a esta norma, entre las que se incluyen las bolsas que se utilizan para la venta de alimentos en mercados, comercios y grandes superficies.

Con esta medida el Ayuntamiento se adelanta varios años a la directriz de la Unión Europea que establece una drástica reducción en el uso de las bolsas de plástico. Como referencia, según explicaron técnicos de Emaya, en 2010 se calculó que se utilizaba una media de 198 bolsas por persona al año, y se ha establecido que, en 2019, se usen 90 con el fin de alcanzar el objetivo de llegar a 40 en 2025.

La junta de gobierno celebrada ayer resolvió las 13 alegaciones -10 de entidades y 3 de particulares- presentadas a la nueva ordenanza municipal de limpieza y aprobó el texto definitivo con algunos cambios en relación al inicial de octubre del año pasado. De esta forma, tal como explicó la teniente de alcalde de Medio Ambiente, Neus Truyol, el pleno de este mes aprobará definitivamente la nueva norma con el fin de que pueda entrar en vigor a partir del próximo mes de febrero.

La ampliación a todas las actividades y no solo al comercio de la utilización de las bolsas de plástico se ha incorporado al texto inicial a raíz de una alegación presentada por AFEDECO.

También se ha aceptado otra de un particular por la cual los envases de vidrio no se podrán recoger entre las diez de la noche y las ocho de la mañana. En la anterior redacción solo se contemplaba esta prohibición para el depósito de este material, cuyos envasestampoco se podrán utilizar en las playas.

Multas más caras

La nueva ordenanza incrementa también considerablemente la cuantía de las multas en relación a las actuales. De esta forma, una falta considerada leve, como dejar un trasto o una bolsa de basura fuera de horario, que ahora se sanciona con una multa de entre 30 y 300 euros, podrá alcanzar la cifra de 750 euros.

La cuantía de las faltas graves, como la de dejar una bolsa de escombros fuera del contenedor, que hasta ahora se multaban con entre 300 y 900 euros, pasará a ser de entre 750 y 1.500 euros. Las muy graves, como dejar una nevera o un electrodoméstico en la calle, se podrán sancionar con multas de entre 1.500 y 3.000 euros, en lugar de la cuantía actual, que es de entre 900 y 1.800 euros.

Se introduce también la posibilidad de sustituir el pago de una multa de menos de 300 euros mediante la realización de trabajos en favor de la comunidad. Según Truyol, la nueva norma persigue "facilitar el reciclaje de residuos y la recogida selectiva", además de "implicar a los ciudadanos en el reciclaje y la limpieza".