Los dos policías locales de Palma que están en prisión por una persecución homófoba contra una compañera que es lesbiana, seguirán de momento entre rejas. La Audiencia ha rechazado el recurso que plantearon los dos funcionarios, que intentaron que se anulara el auto que dictó el juez Penalva, que ordenaba su ingreso en prisión.

El tribunal cree, no solo que los hechos por los que se les está investigando son graves, sino que entiende que existen sospechas más que justificadas que señalan que los dos policías podrían estar detrás de las amenazas y actos vandálicos que ha sufrido la denunciante.

Esta mujer, después de que decidiera denunciar los hechos, ha visto cómo le han sustraído su moto, le han robado el casco, le han pinchado las ruedas del coche, han intentado forzar varias veces la puerta de la finca donde reside y, además, quemaron el telefonillo del portero automático. No en vano, debido a las amenazas que venía sufriendo, el juez ordenó que se le proporcionara una vigilancia policial, porque la mujer manifestó que sentía miedo.

Otra de las circunstancias que, a juicio de la Audiencia, justifican que sigan privados de libertad es que los dos policías visitaron a una testigo, que anteriormente había tenido una relación sentimental con la compañera que les denunciaba. Esta mujer declaró ante el juez que en esta conversación, en un edificio público del Consell de Mallorca, se sintió amenazada, puesto que los dos agentes le hicieron saber que conocían dónde vivía. Además, declaró que durante algunos días se sintió vigilada y que un coche la estuvo siguiendo. Los dos policías reconocen esta visita, pero aseguran que fueron a hablar con esta mujer porque sabían que había tenido algunos problemas con la denunciante.

La mujer policía asegura que sus compañeros la estuvieron acosando por su condición sexual. La estuvieron marginando porque no les gustaba que una mujer entrara a formar parte de la unidad motorizada de la Policía Local de Palma. Era habitual, según la denunciante, que le sabotearan la moto o frente a ella realizaran gestos de "tijeras".

Por otra parte, la Audiencia sí atendió la propuesta de decretar la puesta en libertad de otros dos policías, uno de ellos excomisario, que también estaban en prisión, no por actos de homofobia, sino por su implicación en la trama de espionaje. El tribunal entendió que no existían circunstancias que justificaran el ingreso en prisión, pero en su auto resaltaba la gravedad de los hechos que están investigando en estos momentos el juez Penalva y el fiscal Subirán.

En su momento se decretó el ingreso en prisión porque se temía que los dos policías pudieran hacer desaparecer pruebas y ello podría afectar a la investigación. Sin embargo, el tribunal no coincide con este criterio, pues se resalta en la resolución que se dispone del pendrive que cuenta con archivos encriptados que ocupan una capacidad de diez gigas. Se está intentando abrir este documento para acceder a su contenido, puesto que se sospecha que guarda información sobre seguimientos a políticos, jueces y fiscales, e incluso a personajes influyentes.

El auto judicial resalta la gravedad de los hechos que se han averiguado, en cuanto al seguimiento que sufrió la secretaria del alcalde Mateo Isern. La Policía Local buscó información sobre esta mujer y sobre su familia, días antes de que se actuara contra su hijo menor, que fue sorprendido fumando droga.