No hubo sorpresas en el pleno extraordinario convocado ayer expresamente para la aprobación de los presupuestos municipales de 2017 el último día hábil del año para que las cuentas municipales no tengan que prorrogarse.

El equipo de gobierno no consiguió sumar los votos del PP ni de Ciudadanos, quienes criticaron que el proyecto presupuestario no incluya las inversiones de la capitalidad por falta de acuerdo entre el Govern, el Consell y Cort en relación a las trasferencias que debe recibir la ciudad en 2017.

Para el concejal de Hacienda, Adrià García, este hecho no tiene importancia, puesto que cuando se llegue a un acuerdo en el Consell de Capitalidad se incorporarán las partidas correspondientes al presupuesto aprobado.

Por su parte, el concejal del PP Josep Ignasi Aguiló recriminó al equipo de gobierno que haya presentado un presupuesto en el que "las partidas más importantes, que son las de inversión, como los fondos de capitalidad o las aportaciones del nuevo impuesto turístico, no figuran". La portavoz de los conservadores en Cort, Margalida Durán, abundó en la anterior cuestión y afirmó que la falta de acuerdo con los fondos de capitalidad supone, además de "un ridículo espantoso", que "el señor Hila apenas tiene peso en su partido -el PSOE- ni en el Govern".

Calificó el de ayer como "un mal día para Palma", ya que los presupuestos aprobados "aumentan los impuestos y reducen los servicios, además de no contemplar los fondos de la capitalidad".

Josep Lluís Bauzá, de Ciudadanos, lamentó que el equipo de gobierno haya rechazado su propuesta de convocar un pleno extraordinario con el fin de tratar los proyectos que se deben financiar con la capitalidad y criticó que el Govern y Consell "quiera tomarnos el pelo una vez más, planteando que buena parte de estos fondos, en lugar de destinarse a inversiones, sean compensados".

Las cuentas municipales aprobadas ayer incluyen una previsión de ingresos y gastos de 583,5 millones en los presupuestos Cort, sus empresas, instituidos y organismos municipales, lo que supone un incremento del 7,9% en relación al presente año. El presupuesto propio alcanza la cifra de 411,7 millones, un 5,6% más.

Se caracteriza por la congelación de impuestos, tasas y precios públicos, excepto por lo que respecta al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de las grandes superficies y la tarifa del agua potable, que subirá entre un 6% y un 12% a casi un tercio de los abonados en función del consumo.

También se han puesto al día las tarifas de la Funeraria, que no se tocaban desde 2012, y que experimentarán un incremento del 2%. No se prevé aumentar el endeudamiento y se rebaja de 49,2 millones a 45,3 el presupuesto financiero, ya que disminuyen los intereses y las amortizaciones a los bancos.