No hay más que observar sus caras para saber que los belenes entusiasman a los niños. Cada uno los mira a su manera, pero todos se quedan boquiabiertos un rato descubriendo detalles que los adultos no perciben. "La cueva", señala Jaume Lobo, de tres años. Se refiere al pesebre donde está el "bebé Jesús", que se parece al "bebé Luis". Su madre aclara que este es su hermano, quien ayer estaba en brazos de su padre mientras toda la familia cumplía la tradición de visitar los belenes de Palma durante el día de Sant Esteve.

Lo mismo hicieron los Cadena, procedentes de Lleida. A Júlia le encantó lo relacionado con el mar: "Las barcas y que el portal sea una caseta de pescadores". "Tal vez es porque venimos de la montaña", apunta su madre. En cambio, Martí, de seis años, no quitaba ojo a los gegants de Cort, situados junto a los capgrossos en el extremo opuesto del belén. Le hacían la competencia, ya que numerosos niños se fijaban en las gigantescas figuras. Lo que más llamó la atención a Martí es que "tienen zapatos", a diferencia de los que hay en su pueblo.

Como Leo es muy pequeño y aún no ha aprendido a hablar, su madre, Aina, enumeraba lo que más le había impactado, según dejaba claro él con el lenguaje gestual: "el gallo, el agua, una señora que se moja los pies, la ropa tendida, los pescadores..." Fue su primera visita y repetirá la próxima Navidad, al igual que Aina cuando era niña acompañada por sus padres.

También era la primera vez que Silvia Jiménez, de Inca, se desplazaba a Palma para hacer la tradicional ruta de belenes, como Toni Dumas, y a diferencia de Sion González, que cada año acude por Sant Esteve. Además, este mes fue de excursión con el colegio, por lo que se conocía bien el recorrido.

El matrimonio formado por Juan Bauzá y Josefina Córdoba, también de Inca, llegó pronto a Ciutat, por lo que pudo disfrutar de "observar todos los detalles sin las aglomeraciones que a veces se producen y sin tener que estar en un segundo plano para dejar que los niños se pongan delante", tal como destaca Josefina, quien se sintió "como si fuese la primera vez que venía". Porque, al igual que los niños, siempre hay cosas nuevas por descubrir.