La elección del paseo del Born para celebrar el encendido de la iluminación navideña, debido a las obras en la plaza de Cort, fue un éxito de público, lo que provocó que también se llenasen las calles aledañas. Sin embargo, el tráfico no fue cortado en la plaza de las Tortugas ni en Jaume III, lo que provocó numerosas quejas, ya que a la multitud no le quedaba más remedio que invadir la calzada porque no cabía en las aceras, pero por allí circulaban vehículos, con el consiguiente peligro para los peatones asistentes al evento que da el pistoletazo de salida a las fiestas de Navidad.

Además, en un momento del acto, una ambulancia tuvo que cruzar el abarrotado Born desde la avenida Jaume III hacia Antoni Maura, por lo que el trayecto del vehículo de emergencias por ese tramo se hizo muy difícil.