La denuncia por discriminación sexual dentro del colectivo de la Policía Local de Palma se está complicando. La agente que ha tenido la valentía de denunciar los episodios de homofobia que ha sufrido mientras vestía el uniforme de la Policía Local de Palma ha visto cómo esta situación está repercutiendo en su seguridad personal. La mujer denunció ayer ante la Policía Nacional, que ha iniciado una investigación, que unos desconocidos le pincharon a propósito una rueda de su coche. Descarta que se trate de un hecho casual, ya que a este pinchazo en su vehículo particular hay que sumarle los daños que se han producido varias veces en la puerta del edificio donde vive, donde también quemaron el telefonillo del portero automático de la finca. La agente interpreta que se trata de actuaciones para coaccionarla y para que se planteé si vale la pena continuar con la denuncia.
Según señalaron fuentes próximas al caso, la mujer no dará marcha atrás, al contrario, piensa continuar hasta las últimas consecuencias para llevar al banquillo a los compañeros que la estuvieron acosando laboralmente, porque no les gustaba que una mujer, que además era lesbiana, podía formar parte de la unidad motorizada.
La funcionaria detalló en su denuncia los daños que ha sufrido en sus propiedades, pero que también se ha producido algún episodio interno dentro del cuartel de San Fernando, que ella relaciona sin ningún tipo de duda con su decisión de denunciar estas actuaciones homófobas. Explicó en su denuncia que en las dependencias donde trabaja había una puerta de acceso a un despacho, donde ella suele entrar con frecuencia, que llevaba años con la cerradura rota. Sin embargo, hace unos días, cuando intentó entrar, descubrió que se había reparado la cerradura y no podía entrar. Explicó que un compañero le manifestó que esta situación estaba relacionada con la denuncia que había presentado.
Aunque de momento no se puede demostrar con pruebas, los investigadores sospechan que estos daños los han podido cometer los agentes que ha denunciado la agente. En concreto, la mujer apuntó en su denuncia dos nombres de dos policías de la unidad motorizada, pero también señaló que estas actuaciones en su contra estaban avaladas por el comisario que dirigía el grupo.
Esta denuncia la está instruyendo el juez Manuel Penalva, que ayer tuvo conocimiento de los actos que ha sufrido esta importante testigo y que relaciona, sin ningún tipo de dudas, con el enfrentamiento que mantiene con algunos de sus compañeros. Cabe recordar que uno de los compañeros que supuestamente la acosaba por su condición de lesbiana presentó hace varias semanas en el juzgado una denuncia, señalando que había agredido a un detenido en el cuartel de San Fernando. Sin embargo, se comprobó que en la fecha en la que se produjo esta supuesta agresión ella se encontraba de permiso, sometiéndose a un tratamiento médico.
El juez tomó declaración hace unos días a una amiga de esta policía, un alto cargo del Consell de Mallorca, y detalló que había recibido en su puesto de trabajo la visita de dos agentes. Eran los mismos sobre los que se centran todas las sospechas sobre estas actuaciones homófobas. Esta testigo se sintió de cierta forma coaccionada porque pretendían que se implicara en la denuncia que habían presentado, anunciándole antes de marcharse que conocían donde vivía. Ella interpretó este último mensaje como un aviso. La mujer les anunció que no iba a participar en ninguna maniobra para desprestigiar a la policía.
Los dos agentes denunciados aún no han declarado.
