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Corrupción

Buscan informes de espionaje de la Policía Local a políticos, jueces y fiscales

Un agente afirma que el seguimiento a una ayudante de Isern solo lo pudo ordenar un comisario

El policía apuntó ayer ante el juez al excomisario Rafael Estarellas. manu mielniezuk

Los investigadores que han descubierto la trama de espionaje que se organizó desde el cuartel de la Policía Local de Palma sospechan que se esconden bajo llave informes de seguimientos a políticos, jueces y fiscales, para utilizar después esta información confidencial.

Esta conclusión se alcanza tras averiguarse que agentes de la Policía Local de Palma, que todavía no están identificados, buscaron información privada de una de las ayudantes más próximas al alcalde Mateo Isern. Una recopilación de datos en la que figuraba información sobre sus propiedades, así como de sus familiares más próximos, incluidas fotografías de su marido, de sus hijos y de la novia de uno de ellos. Esta información se buscó a través del sistema informático del cuartel dos días antes de que un hijo menor de esta mujer fuera sorprendido por la Policía Local con un trozo de hachís cerca del instituto en el que estudiaba. En esta intervención policial intervinieron tres grupos y la incautación de la droga fue grabada en vídeo. Sin embargo, ni el acta que se elaboró sobre esta incautación de droga, ni la grabación, aparecieron en los archivos oficiales de la Policía. Apareció en un archivo encriptado, que se grabó a través de un ordenador de una policía, que casualmente su disco duro fue vaciado.

El juez Penalva y el fiscal, que posiblemente han sido objeto de este seguimiento policial, tomaron ayer declaración al agente que realizó la grabación. Confirmó lo que ya sabían los investigadores. Señaló que la única persona autorizada para ordenar esta operación fue el excomisario Rafael EstarellasRafaelEstarellas, antiguo número 2 de San Fernando, que dirigía las tres unidades que participaron en el operativo.

El agente, que literalmente rompió a llorar, confirmó que no tenía ningún sentido que el acta policial desapareciera, ni que se introdujera en un archivo encriptado. Debía ser una información interna, a la que se podría acceder desde todos los ordenadores del cuartel, puesto que se trataba de una actuación profesional.

Una de las unidades que intervino en esta operación fue el grupo dedicado a labores de información creado en 2012. Los investigadores cuestionan que tenga sentido que una policía local disponga de un grupo de información, cuando sus competencias están muy limitadas. La única razón que tendría la creación de esta unidad es que se dedicara a realizar seguimientos a determinadas personas influyentes, para después utilizar políticamente esta información. No se sabe si la ayudante del alcalde Isern, que falleció hace algunos meses, tuvo en algún momento conocimiento que había sido espiada y que a su hijo le habían sorprendido consumiendo droga.

Lo que tienen muy claro los investigadores es que no hubo un único seguimiento, sino que estos servicios de espionaje se utilizaron contra varias personas. Se confía en que estos informes secretos aparezcan.

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