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Palma a la vista

Miss Fleur teje barrio

La pastelería de Mira y Rodrigo alcanza sus seis años. Ellos han celebrado el aniversario todo el fin de semana con vecinos y clientes

Tiempo de costuras con Anna, servido por Miss Fleur. L.D.

Mira Künnecke y Rodrigo Virgilio han hecho del parque de ses Fonts su escenario vital. Cada día que abren su negocio de pan y pasteles, Miss Fleur sonríe a los árboles mientras van llegando clientes. Ellos siempre han contado que eligieron el lugar por la serenidad que les otorga ese decorado verde, pero es cierto que ses Fonts sin ellos sería un lugar más triste. Aquella chica de Hamburgo que se ponía flores en el pelo ha querido celebrar con su marido, el bonaerense los seis años de un negocio para comérselo. La pequeña Sophie se ha tiznado la cara de colorines. Ella festeja con sus padres la elección de este lugar que le permite correr, jugar, hacer amigos.

Al poco de conocerse en el hotel Arabella, donde ambos trabajaban como cocinero y repostera, Mira y Rodrigo compartieron sueños. Ella quería abrir una pastelería con el nombre de Miss Fleur, en atención al apodo que recibió de sus compañeras de escuela cuando ella se colocaba flores en el cabello. Él quería “tener una hermosa familia y que en la casa se sintiera el aroma a compota de manzana recién hecha”. En pocos metros el sueño ha crecido. Ahora, seis años después de aquel 15 de noviembre, lo han querido celebrar con vecinos, amigos, clientes. Desde el pasado viernes, Miss Fleur no ha parado de compartir. Hacer barrio.

Su vitalidad, sus ganas de trabajar por hacer del parque un lugar vivo, se ha traducido en la creación de la asociación de comerciantes, a través de la cual han ido desarrollando un sin fin de actividades, algunas incluso, con sabor agridulce, ya que cuando vistieron algunos de los árboles con los tejidos hechos por el vecindario, alguien quemó algunas mallas. Cort clausuró la actividad. Pero en los cumpleaños se olvidan los malos momentos.

A la familia de Miss Fleur hay que sumar a Ednalva da Silva, que trabaja con ellos como camarera y también ayuda en cocina desde hace cinco años.

Si en Miss Fleur el día 18 ofrecían un menú de quitar el sentido elaborado con los mejores productos y con el saber hacer a un módico precio de 15 euros, con todo incluido, un día después servían las galletas en el tea time que Anna Zanni de Botón Club ofreció en el taller de tejido sobre decoración navideña. A unos cuantos pasos, el sonido de tijeras, de los hilos, el cosido de fieltros, lanas, se merendaba con Miss Fleur. Alrededor de la mesa, las mujeres tejían a la tarde del sábado.

Mientras en la pastelería café seguía la fiesta. Joan Cilveti ponía música en directo. Por la mañana hubo malabaristas subidos al monociclo que celebraron Sophie y un montón de niños.

El pájaro de Ferran Aguiló lleva años sin alzar el vuelo. Ha elegido un alto de este parque urbano donde a sus espaldas le mira un edificio de Hacienda al que no atiende porque lo que de verdad le ha anclado al lugar es escuchar las risas de los niños, ver las miradas de los viejos que cada mañana o a primera hora de la tarde ocupan un mismo banco y se cuentan, se cuentan. Los cuatro apretujados, bien juntos, y un pequeño can al lado. No muy lejos, están ellas, las abuelas, a las que les cuelgan los pies porque ya no alcanzan el suelo. Cuentan y cuentan. Todo es tejido en ses Fonts. ¡Felicidades Miss Fleur, y gracias!

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