Un panecillo con ojos, brazos y piernas. Así es Tià Llonguet, la mascota de la Fira del Llonguet que organizan desde 2015 la Associació de Veïns del Pil·larí. Pero según una multinacional, podría ser un plagio de Doradita, el personaje que representa a las galletas Marbú Dorada. La empresa propietaria de las galletas ha lanzado un pulso a la asociación vecinal y se ha propuesto bloquear el registro de Tià Llonguet como marca comercial.

La entidad vecinal del Pil·larí impulsó la creación del personaje Tià Llonguet para promocionar la feria anual de la localidad. Su diseñador es el periodista y dibujante Rafel Vaquer, conocido en toda España por ser uno de los comiqueros de la revista El Jueves y ser el autor de las historias de Johnny Roqueta.

Un año después, en mayo de 2016, decidieron proteger el nombre de la feria y su mascota, registrándolos ante la Oficina Española de Patentes y Marcas. Pero este organismo le encontró una pega: tiene un aspecto demasiado parecido a Doradita, la mascota de las galletas Marbú Dorada.

La marca Marbú Dorada pertenece a Galletas Artiach, una empresa del sector de la alimentación especializada en la fabricación de galletas industriales. Esta compañía es la que ha presentado un escrito de oposición al registro de Tià Llonguet como parte de la marca.

El recurso presentado por Galletas Artiach tiene 66 páginas. En él, argumentan que existe una similitud gráfica entre las dos marcas, lo que podría causar confusión entre los consumidores. Según Rafel Vaquer, autor de Tià Llonguet, "todas las mascotas tienen una imagen similar".

"Hace 40 años que hago mascotas y todas podrían ser primas una de otras. Para hacer un objeto animado, le pones unas manos y unas piernas tipo Mickey Mouse. Hay mascotas que diseñé hace más de 30 años que ya tienen este aspecto, a lo mejor son ellos quieren han copiado uno de mis personajes anteriores", se defiende el dibujante.

Vaquer asegura que no entiende la polémica, porque no existe competencia directa entre las galletas y los panecillos. Y en la misma línea se expresa el presidente de la Associació de Veïns del Pil·larí, Pedro Andrés Medina: "Nosotros no vendemos nada, solo hacemos una feria un día al año. ¡No tenemos ninguna intención de hacerles competencia!". Su objetivo era dar a conocer el Pil·larí y reactivar el consumo de llonguets. La idea de Tià Llonguet surgió para crear unos premios alternativos a los Ciutat de Palma, donde cada año obsequiaran a un palmesano ilustre con una pequeña estatuilla de la mascota.

Por ello, la semana pasada la asociación vecinal presentó un escrito de alegaciones. De él se encargó el abogado Josep Magraner, quien sostiene que tienen las de ganar porque las marcas Marbú Dorada y Fira del Llonguet tienen nombres muy diferentes.

En cuanto al personaje, Magraner sostiene que hay otras muchas mascotas parecidas a Tià Llonguet o a la galleta Doradita. Algunos de los ejemplos que ha citado ante la Oficina Española de Patentes y Marcas son la imagen de M&M's, la de Phoskitos o incluso la de Naranjito.

Un funcionario de la Oficina de Patentes se encargará de resolver el caso, cuyo veredicto podría llegar en unos dos o tres meses. La suerte de la Fira del Llonguet está echada.