El Club d'Esplai Son Oliva repitió ayer otro exitoso túnel del terror en el que los aviones fueron los protagonistas. Unos cuarenta integrantes de la asociación juvenil se disfrazó para la ocasión de azafatas, pilotos o mecánicos. El interior de los vestuarios del club de fútbol sala se transformaron en espacios de un aeropuerto, como un avión con las ventanas y las mascarillas de oxígeno, un taller mecánico o una zona militar. El presidente del club, Sergio Fernández, explicó que desde septiembre trabajan en las decoraciones para el túnel del terror con ayuda de los monitores, alumnos y padres. A la fiesta de ayer se acercaron centenares de personas, en un acto que se está consolidando en la barriada. Estaba previsto que el túnel del terror estuviera abierto hasta la una de la madrugada.