Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Urbanismo

La ejecución del bosque urbano de sa Riera comenzará por el antiguo canódromo

El Ayuntamiento dispone de 700.000 euros para el inicio de las obras de recuperación de los 49.000 metros cuadrados situados detrás de los institutos

El antiguo canódromo -a la derecha- ocupa una superficie de 26.425 metros cuadrados, en la que se sembrarían árboles.

La ejecución del denominado bosque urbano de sa Riera, que incluye 49.000 metros cuadrados del cauce del torrente situados detrás de los institutos, comenzará por los terrenos del antiguo canódromo.

Se ha adoptado esta decisión porque en estos momentos no se puede intervenir en el antiguo velódromo de Tirador, puesto que aún se está a la espera de abonar a sus antiguos propietarios el justiprecio aprobado definitivamente por el Tribunal Supremo, que lo fijó entre 7 y 9 millones.

Se prevé que estos terrenos sean de propiedad municipal a lo largo del segundo trimestre del próximo año. No obstante, los trámites se pueden retrasar por lo que, con el fin de que la ejecución de la nueva zona verde no se vea afectada, según el director general de la Vivienda y Gerente del Consorcio Riba, Francisco Cifuentes, se iniciará por los 26.000 metros cuadrados del antiguo canódromo.

El Ayuntamiento dispone para el próximo año de 700.000 euros para la ejecución del nuevo parque, 500.000 procedentes de la Ley de Capitalidad de este año y otros 200.000 que se van a incorporar en 2017 por ser uno de los proyectos ganadores de los presupuestos participativos.

En estos momentos se está trabajando en el proyecto básico del nuevo espacio libre público que va a formar parte, junto al parque de sa Riera, ya ejecutado, de la futura Cuña Verde.

La estrategia de intervención en este espacio se resume en la siembra masiva de árboles, el mantenimiento del pavimento de tierra, y la adecuación del cauce del torrente. En la zona más próxima al cauce se van a sembrar árboles propios de vegetación de ribera, entre los que se incluyen olmos, fresnos, chopos y álamos.

En las zonas más alejadas se procederá a la siembra de especies de sombra. Los almeces serán predominantes en esta zona, puesto que se trata de árboles de hoja caduca y de crecimiento relativamente rápido. En una menor proporción también habrá encinas, laureles y robles, además de vegetación arbustiva y plantas trepadoras.

Según Cifuentes, se pretende que la intervención sea mínima. Por ejemplo, en la zona del antiguo canódromo es probable que se deje una parte de la pista de carreras, a la que se dotará de un pavimento más duro para que pueda ser utilizada para correr. En el resto de la superficie, tanto en el interior de la pista como en el exterior y la zona ocupada por las antiguas edificaciones, se sembrarán árboles.

En el antiguo velódromo de Tirador se procederá a la reforma del edificio proyectado por el arquitecto Bennàssar con el fin de acondicionarlo para que sea las sede del distrito de Ponent. Las edificaciones anexas, que no están catalogadas y carecen de valor patrimonial, se derribarán.

También se conservará la pista de carreras del antiguo velódromo y se eliminarán las canchas de pádel situadas en su interior. Se prevé que una parte de las gradas y de la superficie interior se pueda conservar para su utilización para la realización de actos por parte de las asociaciones vecinales de las barriadas colindantes. En el resto de la superficie se plantarán árboles. Según Cifuentes, la rehabilitación de la edificación de Bennàssar puede suponer un gasto de entre 50.000 y 70.000 euros, mientras que la adecuación del Velódromo unos 300.000. De esta forma quedarán otros 300.000 euros para la ejecución del resto de la actuación. Es probable que con esta cantidad no se pueda ejecutar la totalidad del proyecto, aunque sí la adecuación tanto del antiguo canódromo como de la superficie del velódromo.

Compartir el artículo

stats