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Projecte Solar

Un solar lleno de ideas

Vecinos de la Soledat y Nou Llevant están diseñando, guiados por tres arquitectos, un terreno municipal para transformarlo en una zona de juegos, creativa y deportiva

Las alumnas Gabriela y Sophie han aprendido esta semana qué es un dibujo a escala y lo han trasladado al plano de un solar municipal situado en la barriada de Nou Llevant. Las portavoces de sexto de Primaria del colegio Balmes, en la cercana Soledat, han comenzado a plasmar las numerosas ideas aportadas por sus compañeros para convertir el descampado situado entre las calles Barranquilla y Bogotá en una zona de juegos, deportiva y creativa. Tampoco sabían nada de urbanismo las representantes de la asociación vecinal de Nou Llevant, Teresa y María, ni los del Grup d'Amics de la Soledat de Foraporta, Caterina y Tolo, y más despistado aún estaba Manuel, del casal de mayores Can Ribes, pero todos están participando con gran interés en el llamado Projecte Solar.

La iniciativa pionera en la isla pretende que sean los residentes quienes diseñen dicho terreno, guiados por los arquitectos del colectivo Arquitectives. En las tres mesas de trabajo que se han realizado hasta el momento han concretado a qué destinarán el espacio de más de 2.200 metros cuadrados y han empezado a pensar en los materiales. Sobre lo primero, el centro de la tercera edad quiere que parte del solar sea para hacer estiramientos y ejercicios, una idea que apoya la entidad vecinal, y los estudiantes proponen "un parque creativo para jugar y pintar, que no sea como los demás", en palabras de Sophie Sánchez.

Respecto a los materiales, los niños instan a que la pared que separa este solar del instituto Aurora Picornell sea "de pizarra para poder pintar", según incide la portavoz. Además, Gabriela Cañete explicó en la última mesa de trabajo que han elegido como elemento principal para crear los juegos "las ruedas de coches", ya que con ellas se pueden hacer "columpios, una pirámide, una telaraña, un dragón, un circuito" y más juegos, según mostraron en las fotografías que repartieron entre los participantes.

Los arquitectos responsables aplaudieron esta aportación y David Goodman sugirió que las ruedas se podrían conseguir en talleres mecánicos. Pablo Amor les señaló que en la página web de la plataforma de arquitectura Basurama hay muchos ejemplos de reutilización y transformación de residuos, por lo que les animó a curiosearla y detallar qué crear con las ruedas u otros materiales, como bobinas de madera, palés, bidones, cuerdas, etc. Teresa Lao, de Nou Llevant, también alabó la idea de los neumáticos y destacó que pueden utilizarse además para construir los equipamientos deportivos solicitados.

Un elemento común

Ese día acudieron al solar que transformarán posteriormente y la primera impresión fue que "es enorme, por lo que hay espacio para muchas cosas", en palabras de la vecina Caterina Ramis. Esta característica "es una ventaja y una desventaja, porque puede tener muchos usos, pero es más difícil estructurar el terreno", tal como afirma la responsable de Arquitectives Cristina Llorente. Por este motivo, les pidió que piensen en "un elemento común que englobe el solar, como por ejemplo un circuito u otro hilo conductor que permita entender que se trata de un único espacio". El martes tendrán una nueva reunión donde aportarán más ideas para terminar de definir el actual descampado.

La finalidad de esta iniciativa puesta en marcha por el área de Urbanismo y Modelo de Ciudad de Cort es "que los residentes asuman como propio y gestionen ellos mismos un espacio público", dice Pablo Amor. Llorente añade que "cuando les das las cosas hechas, no siempre las respetan porque no las sienten suyas, pero si les involucras en la creación, cuidan el espacio y velan para que otros hagan lo mismo". Como destaca la arquitecta, "debemos convertir el conflicto en valor" y pone como ejemplo que "hay vecinos que se quejan de que otros tocan música y las palmas a las tres de la madrugada en la calle. ¿Por qué no ofrecerles un pequeño escenario en el solar para que lo hagan a horas que no molesten?", sugiere. Otra idea: "integrar a los grafiteros y que pinten allí en vez de hacerlo en las fachadas de las fincas".

En la fase final del Projecte Solar, los participantes y demás residentes de la zona tendrán que ejecutar lo propuesto para luego disfrutar de un espacio que ha sido creado por ellos, convertidos en urbanistas.

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