La sorpresa de Carolina Carmona la mañana que acompañó a su hermano Iván, tetrapléjico tras una accidente de coche, a las piscinas municipales de Son Hugo fue mayúscula al comprobar que los vestuarios del recinto no están adaptados a personas con movilidad reducida. Su perplejidad fue mayor al escuchar la explicación de la coordinadora de actividades, a la que acudió para que le diera una solución. "Ella me informó de que había uno dentro del vestuario de hombres y otro dentro del de mujeres, pero que yo no podía entrar en el de hombre ni en él en el de mujeres, y por tanto, que si no viene acompañado de un hombre no puede acceder a las instalaciones ya que para que exista un vestuario de minusválidos con movilidad reducida habría que hacer obras". Tras estas palabras, la coordinadora añadió otra perla, cuenta Carmona: "Las piscinas se hicieron para nadar, no para otras cosas".

Tras este incidente, Carmona no lo dudó y puso una queja al Ayuntamiento, dos semanas atrás. Aún no ha recibido ninguna explicación, y al mismo tiempo ha lanzado una petición pública a través de change.org para que haya vestuarios adaptados para personas con movilidad reducida en la piscina municipal de Son Hugo. Hasta el momento han firmado 266 personas.

Su hermano Iván, de 33 años, sufrió un accidente de automóvil y a consecuencia del mismo padece una lesión cervical que le ha dejado postrado en una silla de ruedas. Sin embargo, mueve los brazos. La natación es una actividad recomendada, y él la suele practicar en Sant Jordi, donde acude acompañado de un amigo.

Su hermana Carolina también asiste a su hermano cuando puede, y le acompaña a la piscina municipal de Son Moix que sí cuenta con vestuario mixto pero el día que ocurrieron los hechos que ella ha denunciado a Cort, llovía mucho y "fuimos a Son Hugo".

Al parecer, indica la demandante, existen más casos de 'barreras' físicas en instalaciones deportivas públicas. "Al parecer algún vestuario no dispone de timbre. Sé que se está moviendo una queja a través de una asociación de discapacitados; los de Predif, la Asociación de Minusválidos, han visto mi petición y han llamado a mi hermano para que haga un escrito", cuenta Carolina. Ella está disgustada ante este agravio a personas con movilidad reducida.

"Me parece lamentable que todavía a día de hoy sigan existiendo estas barreras. Las piscinas de Son Hugo son públicas y deberían estar completamente adaptadas y ser accesibles a cualquier ciudadano", señala.

La petición de Carolina, y de su hermano Iván, es que se adapten los vestuarios para que los usuarios con discapacidad puedan ser acompañados sin que el sexo suponga una barrera más que les impida desarrollar una actividad, que en el caso de personas con discapacidad es más necesario. "Creo que aún siguen existiendo demasiadas barreras", remata.