La plaza des Fortí concentra el mayor museo de escultura en fachada de Palma. A la derecha, si miramos hacia poniente, y con el número 5 se encuentra el edificio conocido como Can Llofriu o Can Magí Marquès. Se trata de un proyecto del arquitecto Francesc Roca i Simó (1874-1939), aunque probablemente contó con la colaboración de su hijo Antoni Roca Cabanelles. Y, según el libro Palma, guía de arquitectura, durante el proceso constructivo se acometieron numerosos cambios que se atribuyen a Francesc Casas, el técnico que dirigió los trabajos.
La puerta principal está ornamentada a ambos lados con unos poderosos relieves del escultor Antoni Font i Mas. Son dos paneles esculpidos en seis piedras calizas en las que otras tantas figuras humanas representan los oficios, a la derecha entrando, y las artes. De arriba abajo, a la diestra vemos a un fornido herrero que con una mano sostiene un martillo sobre un yunque y con la otra unas tenazas -junto a esta herramienta aparece la firma del autor-. La figura central es una mujer que se dedica a la alfarería. La inferior es un soplador de vidrio que a sus pies tiene algunas de sus frágiles obras.
El panel de la izquierda, el de las artes, representa en su parte superior la literatura o la poesía. En la parte central volvemos a encontrarnos con una figura femenina que sostiene una flauta como símbolo de la música, quizás Euterpe, la musa que inspira las melodías. En la parte baja, un pintor se muestra impulsivo y con rostro transformado por la inspiración mientras sujeta la paleta con los colores.
Antoni Font i Mas (1905-1984) fue un escultor autodidacta con el que nos encontraremos en otras ocasiones en este recorrido por los museos verticales de Palma. Se movió en las coordenadas del realismo académico y fue el autor de obras religiosas como el Sant Sebastià de la parroquia del mismo nombre o las esculturas que se encuentran en la entrada del edificio de la Delegación del Gobierno. En Can Feliu o Can Marquès creó una obra de gran fuerza expresiva.
