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Trama corrupta

El juez confirma que ni Mut ni Morey pueden acercarse al cuartel de Sant Ferran

El magistrado que investiga la trama corrupta de la Policía Local insiste en los indicios de delito contra los dos comisarios

Joan Mut, Antoni Morey, José Antonio Navarro.

Los dos antiguos comisarios jefes de la Policía Local de Palma, Joan Mut y Antoni Morey,Antoni Morey, han visto cómo su primer intento para que se anule la orden que les impide acercarse al cuartel de San Fernando ha fracasado. El magistrado Manuel Penalva, que investiga la trama corrupta que envuelve a la Policía Local de Palma, ha desestimado el recurso de reforma contra la decisión, en la que se establecía una orden de alejamiento de ambos comisarios de las dependencias de Sant Ferran y de la concejalía de Interior y Seguridad. Esta misma decisión, ahora ratificada, se extendía a José Antonio Navarro, el exjefe de la Policía Local de Calvià, a quien también se le prohibió acercarse a las dependencias policiales de este municipio. El juez rechaza el recurso que habían presentado las respectivas defensas, que ahora tendrán la oportunidad, si lo consideran oportuno, de volver a plantear los mismos argumentos ante la Audiencia de Palma.

El juez, para alcanzar esta decisión, ha dictado tres autos fundamentados en los que desgrana los indicios de los delitos que, presuntamente, habrían cometido cada uno de estos tres responsables policiales.

Así, por ejemplo, sobre Joan Mut, quien además está suspendido de empleo y sueldo, el juez incide que podría haber cometido "una prevaricación de libro". Delito que habría consistido en sancionar "de forma injusta" a un agente que decidió denunciar las prácticas delictivas de un oficial, que ingresó en prisión por corrupto, quien contaba "con la protección de José María Rodríguez y por extensión de Mut". El magistrado detalla la grabación aportada por este agente, en la que el comisario le reconoce que no está conforme con la sanción que le va a imponer, pero da a entender que lo hace por la indignación que sienten otros comisarios y mayores de la Policía Local. El juez considera grave que Mut no quiso explicar qué persona "o político" le dio la orden de perjudicar a este policía. También describe el incidente en una junta de mandos de Sant Ferran cuando dos de los policías investigados entraron en la reunión y uno de ellos dijo que estaba dispuesto a hacer una tontería con la pistola contra el juez y el fiscal. No entiende Penalva cómo este policía no fue inmediatamente detenido, pero sobre recuerda que el informe que hizo Mut sobre este incidente faltó a la verdad al relatar lo ocurrido.

Con la misma dureza se expresa el juez para describir a Antoni Morey, el comisario que sustituyó a Joan Mut como jefe de la Policía Local. Este mando policial, en plena investigación, publicó un duro escrito en una red social criticando el trabajo y las decisiones que estaba adoptando el magistrado. Un relato en el que, además, salía en defensa de uno de los oficiales, Gabriel Torres, que estaba en prisión por corrupción, al exigir dinero a los empresarios para que no se hicieran inspecciones en sus respectivos locales. Morey llegó a calificar a Torres de "valiente" y "ejemplo a seguir", al tiempo que se disculpaba por no haber salido en defensa de los otros implicados en la trama que estaban en prisión, a los que consideraba inocentes. Además, utilizaba la ironía para calificar de "policías honrados" a los funcionarios que habían denunciado estas prácticas corruptas. El juez Penalva cree que esta "defensa numantina de los investigados y encarcelados" demuestra cómo los agentes corruptos disfrutaban de la "incondicional cobertura de los mandos policiales", que han permitido "incurrir en conductas que rayan la sedición, convocando o consistiendo que se convoquen concentraciones policiales en contra de la actuación investigadora".

Tampoco se olvida el magistrado que Morey respaldó a Torres cuando acudió al cuartel de San Fernando, incumpliendo una orden de alejamiento. La excusa del comisario es que el oficial de la Patrulla Verde tenía las llaves de un cajón donde guardaba expedientes al borde de la prescripción. El magistrado no se ha creído esta excusa y de hecho afirma que Morey "no tuvo reparo alguno en cometer una clara falsedad documental mintiendo descaradamente en el informe que remite al juez".

Policía de Calvià

La misma contundencia utiliza el juez Penalva para describir los hechos cometidos por José Antonio Navarro. Afirma que algunas autoridades de Calvià, entre las que estaría el jefe de la Policía Local, habrían dado un trato de favor a determinadas empresas, al tiempo que perjudicaban a otras. Como ejemplo se cita la droga que la Policía Local colocó en un bar para amedrentar al dueño.

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