La Fundación RANA celebró ayer la octava edición de su mercadillo solidario. La convocatoria tuvo un fin benéfico: financiar las actividades de la entidad, que se dedica a la prevención del abuso sexual infantil en colaboración con los colegios y el tratamiento a las víctimas que hoy son adultas. El acto se realizó en el Parc de la Mar, donde se colocaron diversas paradas de venta de ropa, bolsos de piel, bisutería, complementos, libros y juguetes a precios solidarios. También vendieron tartas, galletas y zumo que elaboraron los voluntarios de la entidad.