A finales de año o principios del próximo los ciudadanos podrán hacer uso del edificio de Gesa. Parcialmente eso sí, si se cumplen los planes de la concejalía de Modelo de Ciudad y Urbanismo del Ayuntamiento de Palma.

El teniente de alcalde Antoni Noguera explicó ayer que el próximo mes de noviembre se procederá, mediante la ejecución de un programa del SOIB, a la limpieza y adecuación de todo el edificio, que en estos momentos, pese a los cerramientos que se realizaron en años anteriores, se encuentra en un progresivo estado de abandono. Paralelamente se prevé adecuar la planta baja del inmueble para que pueda albergar actividades "preferentemente como espacio de creación cultural".

Posteriormente, ya a lo largo de 2017, se realizará un informe de viabilidad económica con el fin de poder afrontar la rehabilitación de todo el inmueble en los próximos años "con un coste mínimo" para las arcas municipales.

Para ello se prevé contar con la colaboración de la iniciativa privada, "que tendrá un peso importante", según Noguera, no solo en la rehabilitación de la totalidad del inmueble, sino también en la implantación de nuevas industrias, iniciativas de producción cultural e innovación.

En concreto, Noguera explicó que en una primera fase se prevé que estas empresas privadas ocupen, previa convocatoria de un concurso, tres de las once plantas del inmueble. Buena parte del coste de la rehabilitación se debe obterner de esta cesión. El resto de plantas se reservarían a usos públicos con actividades aún a determinar.

En la última planta se prevé la instalación de un bar cafetería, cuya gestión también correría a cargo de la iniciativa privada previo concurso, con la posibilidad de utilizar parte de la terraza como mirador, en función de cómo se resuelva la rehabilitación de la fachada del inmueble.

Precisamente la estructura de la fachada a modo de cortina es uno de los elementos que dan carácter a este edificio y lo inscriben en la corriente de la arquitectura moderna, un elemento que fue muy tenido en cuenta por los técnicos del Consell de Mallorca a la hora de proceder a la protección del inmueble como Bien Catalogado. Tal como explicó el gerente de Urbanismo, Joan Riera, ya se dispone de un estudio, fechado en diciembre de 2015, realizado por el prestigioso catedrático y arquitecto Ignacio Aparicio sobre la adecuación de la fachada del inmueble a la normativa actual. Aparicio rechaza que se ponga un recubrimiento exterior transparente.

El estudio concluye que, tanto por razones de protección arquitectónica, como económicas, la fachada actual "merece ser conservada". De esta forma, considera que "cualquiera de las soluciones deseables debe pasar por completar esta fachada hacia el interior convirtiéndola en una hoja exterior de una fachada más compleja". Por ello, plantea "doblar la fachada actual colocando una nueva hoja interior que forme una cámara intermedia con protección solar". En esta propuesta caben, a su vez, dos posibilidades. La primera consiste en el mantenimiento del actual antepecho opaco, mientras que la segunda opción sustituiría el actual antepecho por un conjunto transparente. En el primer caso podría conservarse el actual vidrio templado, por lo tanto, no cambiaría la actual imagen del edificio.

Por el contrario, la segunda alternativa supone la sustitución del antepecho por un vidrio transparente, cambiando notablemente la imagen del edificio.

La solución que finalmente se adopta deberá ser aprobada anteriormente por la comisión de Patrimonio del Consell debido a que el inmueble está protegido como Bien Catalogado.

Si bien el estudio de Aparicio no está acompañado de una valoración de los costes, el gerente de Urbanismo, Joan Riera, aceptó en su momento que la rehabilitación de todo el inmueble incluyendo la fachada puede suponer un coste de entre 10 y 12 millones, teniendo en cuenta que el metro cuadrado de rehabilitación en este tipo de inmueble se sitúa en torno a los 700 y 1.20o euros por metro cuadrado.