Las tuberías de aguas pluviales de las pequeñas calles empedradas del Portitxol no pudieron soportar la intensa lluvia de la madrugada de ayer y se desbordaron. El agua empezó a salir en la confluencia entre las calles Jules Verne y de la Torre, aunque había tanta que se formó un riachuelo hasta la primera línea, que también quedó inundada. Lo mismo ocurrió en la plaza Porta Santa Catalina, frente al museo del Baluard, entre las 4 y las 4,30 de la madrugada, donde brotaron aguas pluviales con una posible mezcla de residuales, según informaron desde Emaya.