"Me dijeron que parecía un buen hombre y se fueron riendo, no sin antes tirarme petardos". El homosexual que ha relatado, a través de una carta anónima, la humillación a la que le sometieron dos policías locales mientras buscaba una experiencia sexual cerca de la playa de es Carnatge, identifica a los dos agentes como "el Gordo y el Flaco". Este hombre, casado y de 50 años de edad, envió una carta a la asociación Ben Amics, con la supuesta intención de que los hechos se investiguen y se sancione a los policías. "Escribo esta carta desde la cobardía y la vergüenza. Nunca sería capaz de denunciar públicamente lo que me pasó. Soy un hombre de 50 años y hace unos siete u ocho años, estando en la playa de la Niña Muerta (es Carnatge) por la noche, a mi lado se pararon dos motos, una por cada lado". Eran dos policías locales. "Sus figuras eran así: uno alto y delgado y el otro gordo y bajito. Me hicieron bajar y me preguntaron si buscaba un empujón por la retaguardia. Me pidieron la documentación y me puse a llorar. Entonces el más alto me dijo que no llorase porque estaba a punto de correrse de ver llorar a una bella flor".

"Por suerte -asegura- les debí caer en gracia, porque después de un par de bromas más en las que me preguntaron sobre mis preferencias, se subieron a las motos y se marcharon". Asegura que los policías le lanzaron petardos.

La víctima confiesa que no piensa denunciar a los policías porque es un hombre casado. Aún así, la descripción coincide con los dos policías que están siendo investigado por actos homófobos.