Tras ver cucarachas o ratas en su entorno urbano, más de 700 personas han llamado a Cort este verano para quejarse y solicitar que los fumigadores actúen en sus calles. El mismo periodo del año pasado protestaron casi un millar de vecinos, lo que supone que ha habido un descenso de las quejas del 25%. Sin embargo, ambas plagas siguen causando muchos problemas en barrios como Pere Garau, Bons Aires y Plaza de Toros, que es de donde reciben la mayoría de los avisos, tal como especifica la concejala de Sanidad y Consumo de Cort, Antònia Martín.

Señala que estos animales se concentran principalmente en "zonas con una alta densidad de población y donde hay muchos solares abandonados o patios descuidados, porque encuentran más nutrientes, así como cerca de los contenedores de residuos", ya que hay gente que deja fuera la basura y eso atrae a roedores y cucarachas. Por ello, Martín pide civismo a los vecinos para tratar de evitar su proliferación.

La concejalía de Sanidad tiene una ruta programada por todos los barrios de Palma para fumigar los accesos al alcantarillado y aquellos lugares donde pueden hallarse estas plagas, una labor que realiza dos veces al año en cada barriada a través de una empresa especializada. Durante esta semana han trabajado en Pere Garau y Can Pastilla, y el mes pasado actuaron en Camp Redó, el Fortí, Son Flor, Son Malferit y Son Serra-La Vileta. Asimismo, los técnicos acuden a los sitios de los que reciben quejas y fumigan en el espacio público, tal como explica la regidora.

El mayor número de protestas es por la presencia de cucarachas, aunque la cifra de llamadas para advertir de la existencia de ratas también es muy significativa. Por ejemplo, hasta julio se registraron 575 avisos por cucarachas frente a 127 quejas por roedores. El año pasado ocurrió lo mismo, aunque en mayor cantidad, debido a que hubo 791 llamadas por la plaga del citado insecto frente a 152 que hacían referencia a ratas. Según Antònia Martín, la disminución de quejas en un año es debida a que "las actuaciones son más eficaces".

Comida para los gatos

Un grave problema que tienen en el área de Sanidad para eliminar dichas plagas es que "hay gente que deja restos de comida en la calle para los gatos, por lo que si las ratas lo huelen, no comerán el raticida que dejan los técnicos", en palabras de la responsable política del Ayuntamiento.

Por este motivo, vuelve a pedir civismo a quienes llevan a cabo esta práctica y les propone que colaboren en los cuidados de las colonias de gatos controladas por el área de Bienestar Animal, que también son callejeros y les pueden ayudar. Martín recuerda que la proliferación de ratas es un riesgo sanitario, ya que pueden transmitir enfermedades.