El fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán preguntó al imputado José María Rodríguez "si había organizado, ordenado o dirigido investigaciones y seguimientos a jueces, fiscales o políticos del PP o de partidos rivales, mediante investigadores privados, policías locales afines u otros miembros de otros cuerpos policiales". El declarante respondió que "jamás se me ha pasado hacer seguimientos a ninguna persona y mucho menos a jueces y fiscales, a los que hay que dejarles trabajar y ayudarles en lo que se pueda" y añadió que "nunca jamás he encargado el seguimiento de nadie".

El imputado sí que se defendió atacando al Govern del Pacte al afirmar que cuando tomó posesión de conseller de Interior en 2003 se encontró en la conselleria "un sistema de escuchas" que desmontó y lo denunció en el Parlament.

Subirán y el acusador particular Francisco Pérez, que representa a uno de los policías perjudicados por denunciar la corrupción, dirigieron muchas preguntas con dinamita al expresident del PP de Palma, que siempre respondió negativamente a las acusaciones.

Rodríguez es sospechoso de visitar clubes de alterne gratis como dádiva de empresarios agradecidos por su trato de favor.

El exconseller de Interior con Matas aseguró que nunca ha estado en un club de alterne y ni tan siquiera ha pasado por su puerta. "Me repugna", añadió, una expresión que no fue recogida en el acta de la declaración.

Estructura policial del PP

Rodríguez, presuntamente, maquinó durante años para colar en la Policía Local de Palma una estructura afín al PP, con la que luego beneficiar a empresarios y amigos del partido y perjudicar a la competencia y a los enemigos políticos.

Una prueba de esa conspiración fue una reunión mantenida en un bar de Palma con varios agentes implicados en la presunta trama y vinculados al PP y al sindicato CSIF y con los también políticos Álvaro Gijón y Mateu Isern. El encuentro tuvo lugar en marzo del 2011 y, según la fiscalía, sirvió para planear una nueva estructura policial y escoger un candidato a jefe de la Policía Local.

Rodríguez admitió ese cónclave pero lo enmarcó en un acto electoral de sondeo a agentes con representación sindical y sindicatos sobre la potenciación de la llamada policía de proximidad.

Los investigadores creen que el imputado Daniel Montesinos, un agente interino destinado en los GAP de la Playa de Palma, fue el ariete de Rodríguez en la Policía Local. El exteniente de alcalde de Cort negó ser amigo de Montesinos y aseguró conocerlo solo de su condición de representante sindical.

El exsecretario general del PP de Balears respondió con negativas a todas las preguntas sobre si había utilizado su poder para beneficiar a determinados empresarios de la noche palmesana (Bartolomé Cursach y los hermanos Pascual) en perjuicio de la competencia. El declarante sostuvo que apenas conoce a esas tres personas.