¿Es el artífice en la sombra de la estructura policial corrupta?, ¿se reunió con algunos agentes para crear un organigrama en la Policía afín al PP y favorecer a ciertos empresarios de la noche?, ¿infiltró a agentes interinos en el Grupo de Actuación Preventiva (GAP) con el mismo objetivo?, ¿utilizó dicha estructura policial para perjudicar a sus enemigos políticos, tanto del PP como de la oposición?, ¿controló desde la sombra el departamento que otorga las licencias de actividad y clausura locales?, ¿se benefició de sexo gratuito con prostitutas a cambio de favores a empresarios de la noche? Estas seis preguntas clave y muchas más son las que debe responder el exlíder del PP de Palma, José María Rodríguez, sobre la trama de corrupción en la Policía Local.

Lo hará hoy a partir de las 10 ante el juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán. No bajará la rampa de los juzgados -solo es utilizada los sábados-, sino que subirá la escalinata de Vía Alemania para declarar en el juzgado de instrucción 12, el que investiga el caso desde hace tres años y cuyo secreto de sumario fue parcialmente levantado el 30 de junio. En él se pone de relieve la implicación de Rodríguez en la mafia policial, que el magistrado califica de "artífice en la sombra" del "organigrama criminal". Su presunta relación con la trama de extorsiones a empresarios de la noche que no se plegaban a los requerimientos de los agentes corruptos provocó la dimisión del expresidente del PP de Palma el pasado 4 de julio.

"Me siento indefenso"

No obstante, el líder conservador mantiene su inocencia y niega cualquier vinculación con los agentes imputados, algunos en prisión. "Nunca he tenido nada que ver con una trama corrupta, nunca jamás", afirmó a través de un comunicado pocos días antes de dimitir. El día de su renuncia reiteró en una rueda de prensa: "Nunca he solicitado o utilizado servicios sexuales y me siento completamente indefenso porque no he podido defenderme de lo que se me acusa".

Hoy sí que podrá hacerlo ante el titular del juzgado número 12, que le investiga por varios delitos y le sitúa en lo más alto de una trama policial y de funcionarios del área de Urbanismo al servicio de "turbias maniobras", como tratos de favor, chivatazos sobre inspecciones y protección a los locales a cambio de mordidas, consumiciones y sexo gratis, así como la persecución de locales que no aceptaban las amenazas de los agentes corruptos.

Los numerosos testigos que han declarado hasta ahora ante el magistrado y el fiscal confirman estas actuaciones, profusamente detalladas en los más de 22.000 folios del secreto de sumario que han salido a la luz. Hoy es el día en que el antaño factótum del PP puede desmentirlo.