El Ayuntamiento de Palma no se ha sumado al Plan Marco de Caza del Consell de Mallorca. La decisión implica que la actividad cinegética se haya visto restringida en el municipio. A partir de esta temporada no se podrá cazar en los terrenos libres, es decir, en las fincas rurales que no se hubieran constituido como refugio de fauna.

De esa forma, Palma es uno de los 29 municipios mallorquines donde los cazadores con licencia solo podrán ir a las parcelas que estén calificadas como coto de caza.

El periodo de media veda -en el que se autoriza solo la caza de conejos, liebres, palomas torcaces, palomas salvajes, codornices y tórtolas- comenzó el pasado lunes. La temporada de caza se alargará hasta el próximo 12 de octubre.