"Hoy es la Asunción de María. [?] Es una fiesta extraña para estas fechas vacacionales", donde el overbooking en una isla con más de dos millones de personas no se ve precisamente para celebrar la Asunción de María, donde las iglesias están medio vacías". Con esta reflexión iniciaba ayer el sermón el oficiante de la misa de las 11 en la basílica de Sant Francesc. Un oficio al que solo asistían 23 personas y que confirmaba el discurso del religioso. Calles llenas, templos vacíos en el año del lleno turístico, que ya ha llegado incluso a las iglesias.

La excusa que muchos tuvieron ayer para pisar la parroquia fue la exposición de la Virgen yacente en el lecho que se repite cada 15 de agosto con motivo de la fiesta de la Asunción de María. Se trata de una tradición arraigada en Mallorca y muchos otros puntos del Mediterráneo, en el que las iglesias católicas se engalanan para mostrar la imagen de la madre de Cristo tumbada y descansando antes de elevarse hacia el cielo.

Tres templos de la ciudad -la Catedral y otras doce iglesias-, menos que otros años, se encargaron de mantener viva la tradición. La Seu fue el más concurrido, sobre todo durante la misa que ofició el obispo de Mallorca, Javier Salinas. La talla de la Virgen dormida, del siglo XV, iba acompañada con uno de los altares más elevados y espectaculares, flanqueado por grandes ángeles, con el dorado como color predominante y el blanco para el dosel. Y la albahaca, que no debe faltar.

Un montaje similar se visto en la basílica de Sant Francesc, donde la imagen de María antes de ir al cielo estaba sobre un altar antiquísimo rematado por un dosel con una tela descolorida por los años. Los cuatro ángeles, también en las esquinas del lecho altar, sostenían un cordoncillo blanquiazul para que los feligreses no se acercaran a tocar la talla.

En el convento de Santa Clara prepararon un túmulo más recogido, aunque igual de solemne. En la pequeña capilla colocaron margaritas blancas y amarillas a los pies de la Virgen, mientras los ángeles sostenían una corona dorada con una tela blanca de tul que le cubría media cabeza, sin llegar a taparle el rostro con los ojos cerrados.

En Santa Eulàlia la caja de los donativos daba la bienvenida tanto a fieles como a turistas. Allí destacaba los tonos azulados de la composición en contraste con el vestido grana y carmesí de la Virgen. Fue uno de los pocos templos donde colocaron bancos alrededor de la Virgen dedicados a la oración.

Y en la iglesia de Sant Miquel instalaron a la Virgen en una capilla lateral con unas grandes telas de color turquesa sostenidas por ocho ángeles y querubines, mientras María se mostraba con el rictus serio y las manos en señal de plegaria. "Os invito a que no salgáis de este tempo sin contemplar esta maravillosa imagen", arengaba el rector de Sant Miquel, Antoni Gómez, al centenar de personas que asistió a la misa matutina de ayer.

Algunas de las imágenes de María en el lecho se podrán ver hasta el próximo 22 de agosto. El calendario detallado, los horarios y el listado de todas las iglesias que mostrarán a la Virgen yacente se puede consultar en la página web www.assumpciodelamarededeu.net.