La plaza del Ayuntamiento, esa en la que se celebran las campanadas de fin de año en cualquier municipio, se quedará este año sin la fiesta de las doce uvas. Y sin la llegada de los pajes. Ni el gran final de la cabalgata de los reyes magos.

A partir de otoño, la plaza de Cort estará invadida por las obras y los responsables del área de Participación Ciudadana creen que será imposible organizar todas las fiestas que hasta ahora se celebraban a los pies de la casa consistorial.

Además de las obras que desde hace tiempo se están llevando a cabo en el edificio que hace esquina entre Cort y Colom (donde se instalará un hotel boutique del grupo Capuccino), el propio Ayuntamiento estará tapado por andamios a partir de octubre. Los trabajos servirán para restaurar el voladizo de la fachada principal de Cort, deteriorado desde hace años.

Ante la falta de espacio, están buscando un nuevo emplazamiento donde celebrar los festejos multitudinarios, como el encendido de luces de Navidad o el concierto de la revetlla de Sant Sebastià. Todavía no hay una ubicación decidida, aunque se están buscando lugares dentro del centro histórico de la ciudad.

Cambios en Sant Sebastià

Las fiestas de Navidad no serán las únicas que se vean afectadas por los cambios de emplazamiento. La regidora de Participación Ciudadana, Eva Frade (Som Palma), explicó que también habrá modificaciones para las fiestas de Sant Sebastià de 2017, de acuerdo a las opiniones de la ciudadanía envió tras la celebración patronal de este año.

La plaza de la Llonja será una de las que se quede sin conciertos por dos motivos. Por un lado, por el exceso de ruido que sufrían los vecinos en una zona que generaba reverberación. Por otro, porque las terrazas de los bares no podían desplazar los tendales y suponían un peligro para el público de los conciertos. Por ello, el jazz se trasladará a la plaza de la Porta de Santa Catalina el año que viene.

También habrá cambios en la plaza de Espanya -donde se celebran los conciertos organizados por las radios musicales privadas- para que no haya conciertos tres días seguidos y reducir las molestias causadas a los vecinos. Uno de los recitales cambiará de día y se adelantará a la revetlla, mientras que otro se desplazará a otro enclave del centro de la ciudad que tenga capacidad suficiente para albergar a miles de personas.