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Palma a la vista

Menús para todos los sustos

Palma, la 'mejor ciudad para vivir', aunque paguemos un precio muy alto por ello. L.D.

Nunca de por sentado nada. Mucho menos si está sentado en un restaurante de Mallorca. Por descontado, no de por sentado nada si está consumiendo en temporada alta. Y mucho menos si lo hace en una terraza de Palma, la ciudad "mejor" donde vivir.

Hace unos días, una encuesta revelaba la mala opinión que tienen los turistas que aún saturando la isla, se quejan como plañideras. Pues quizá habrá que sumarse a su llanto.

El año pasado, nos quedamos atónitos ante la factura que tuvo que liquidar una pareja por comer en un chiringuito de Formentera. Más de 300 euros por kilo y medio de pescado fresco, ensalada mixta, pan y alioli, un vino Caraballas de a 50 euros la botella, y poco más. Las alarmas se dispararon pero da igual porque, tal y como dicen que se defendieron los propietarios del chiringuito, cuentan con clientes como Paris Hilton, y futbolistas del Real Madrid y el Barça. ¡Nivelazo!

A raíz de las quejas, desde la Direcció General de Consum de les Illes Balears se quiso evitar sustos mayúsculos recordándonos nuestros derechos como clientes. Según Decreto 20/2015, de 17 de abril, en el quinto punto se lee: "En caso de ofrecer menú, se entiende que el precio indicado incluye primer plato, segundo plato, postres, pan y bebida. De no ser así, se tendrá que anunciar específicamente".

Pues bien, recomendaría a Consumo que se paseara por Palma y se deleitase con que ni uno ni dos ni tres, sino muchos restaurantes obvian dar información sobre si en su precio se incluye o no las bebidas en su menú del día. La perplejidad es mayúscula porque en nombre de la libertad de mercado y demás, uno acaba por no tener claro si es que es tonto, o simplemente, es el peaje que se paga por vivir en la 'mejor ciudad del mundo'.

Si estos 'despistes' ocurren en el centro de la ciudad o en zonas que no son precisamente turísticas, no quiero ni imaginarme qué puede suceder en las mecas del veraneo mallorquín, donde al sol y playa se le cobran precios de futbolista del Madrid de Florentino Pérez.

Los que vivimos en Palma sabemos hace rato que liquidamos precios muy altos por bienes de primera necesidad, comida y casa, pero de ahí a que se nos oculte lo que estamos pagando, media una protesta contundente. ¡Escriban en el pizarrón, bien claro, que el precio del menú que ofrecen no incluye el precio las bebidas! Gracias.

Otra cosa es que como estamos ante la ley de la oferta y la demanda, el cliente acabe yéndose al vecino porque ahí sí se paga por un menú completo, que desde luego incluye las bebidas.

No demos por sentado nada. Ser destino turístico debería habernos alertado hace ya mucho tiempo de lo vulnerable que resulta vivir en esta isla. Mejor abran bien los ojos, lean la letra pequeña y hagan valer sus derechos.

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