Antonio Vera fue citado a declarar a principio de año como consecuencia de la denuncia que presentó la fiscalía de Palma. El exintendente, frente al informe que detallaba que había utilizado sus claves personales para entrar en el arcano policial, tuvo que reconocer a la juez que había sido él quien entró en el sistema informático interno y buscó alguna denuncia antigua que pudiera perjudicar al fiscal. Vera afirmó que lo hizo "para defenderse", ya que en ese momento se sentía víctima de un acoso mediático y temía que el fiscal pudiera implicarle en la trama policial que afectaba sobre todo a la Playa de Palma.
Todas las veces que Vera ha declarado ante el juez ha señalado que el fiscal está actuando por una obsesión personal contra la Policía Local de Palma. Sin embargo, esta investigación no se inició por la iniciativa de la fiscalía Anticorrupción, sino porque un policía local entregó un documento notarial que demostraba que se habían filtrado a una serie de alumnos las preguntas de la oposición. A raíz de este escándalo, tanto el fiscal como el juez han ido ampliando la investigación, hasta demostrar la existencia de una trama policial que se dedicaba, entre otras cosas, a la extorsión de empresarios, así como otras prácticas ilegales.
En ese intento de desacreditar el trabajo del fiscal, el exintendente jefe también entregó una serie de denuncias policiales que presentó hace años Subirán, que se quejaba como ciudadano de Palma del excesivo ruido que emitía un aparato de aire acondicionado próximo a su casa. El fiscal pidió a la Policía Local que comprobara el nivel de ruido y se actuara al respecto. Vera reconoció que estas denuncias, más otras de otros ciudadanos, se las encontró en su mesa y tres años más tarde, cuando fue imputado, se acordó de estos documentos. La clave personal fue el rastro que dejó Vera y que demuestra que buscó información confidencial.
