Probablemente no se trata de una conjunción planetaria histórica como la que la socialista Leire Pajín vio en la coincidencia de las presidencias de Obama y Zapatero, pero hubo un día que en una misma sala de fiestas de Palma coincidieron uno de los grandes mitos de la canción y un polémico caudillo africano. El 4 de agosto de 1966, mientras Charles Aznavour cantaba La Bohème o La Mamma desde el escenario de Tito's, entre el público de la sala de fiestas destacaba Moise Tshombe, que había sido presidente de Katanga, un país centroafricano escindido en 1960 del Congo -de donde fue primer ministro-.
Charles Aznavour es un francés que en realidad se llama Shahnourh Varinag Aznavourian. Nació en París en 1924 y era hijo de refugiados armenios que huyeron del genocidio turco iniciado en 1915. Moise Tshombe fue presidente del efímero Estado de Katanga apenas tres años. Cuando las Naciones Unidas tomaron el control de la situación, se exilió primero a la actual Zambia y después a España. Los Aznavourian huyeron porque eran perseguidos. Tshombe se largó porque había sido un perseguidor y responsable, como poco político, de las torturas y asesinato de Lumumba, presidente del Congo.
Aquella noche en Tito's, el concierto de Aznavour constituyó un "hito en la historia del espectáculo de Mallorca". La presencia de Tshombe era la prueba de que algunos tiranos disfrutaban de una dolce vita tras ser desalojados del poder. En España eran acogidos cordialmente por el dictador.
El problema para el político africano es que su persistencia en viajar a Mallorca, le costó un secuestro y la vida. El 30 de junio de 1967, Tshombe volaba entre Eivissa y Mallorca en un avión privado fletado por el ciudadano francés Francis Bodenan. El aparato fue desviado hacia Argel y el expresidente de Katanga detenido y encarcelado. Murió en 1969.
La historia tiene un epílogo palmesano en 1982. Este año Bodenan fue juzgado y condenado a veinte años de prisión por el secuestro del avión en el que viajaba el político.
