Un empresario de la noche ha denunciado en el juzgado que dos de los policías locales de Palma investigados por corrupción, Nicanor G. y Gumersindo C., le amenazaron con una pistola, le apuntaron a la cabeza y simularon una ejecución. Le amenazaron de muerte porque había presentado varias denuncias contra estos dos policías, sin que ninguna de ellas tuviera la más mínima consecuencia, por las actuaciones ilegales que estaban realizando en los locales nocturnos de Palma.
Este testigo, que decidió dejar los negocios nocturnos por el acoso al que le estuvo sometiendo la Policía Local de Palma, dirigía varios locales en el Paseo Marítimo. Contó a los investigadores que el entonces jefe de la unidad nocturna, Nicanor G., le aconsejó que contratara a policías locales para que se encargaran de la seguridad. Le aseguró que así no tendría problemas. Al principio dudó, pero después aceptó al consejo y llegó a tener hasta cuatro policías locales contratados como vigilantes de seguridad. A cambio, recibía avisos cuando se iba a realizar una inspección en sus locales. Este servicio de seguridad lo mantuvo alrededor de un mes. En ese periodo mantuvo, según afirmó en el juzgado, una reunión con el entonces concejal de seguridad ciudadana de Palma, Álvaro Gijón. Le mostró las facturas donde figuraban los nombres de los policías que había contratado. Sin embargo, detalló que el político no hizo absolutamente nada para investigarlo.
Ante esta situación decidió despedir a los policías. A partir de aquel momento empezó a tener inspecciones constantes en su negocio. El empresario presentó varias denuncias, tanto ante la Policía Local de Palma, como en el juzgado. Dio los nombres de los policías que ahora están siendo investigados por corrupción por el juez Penalva y el fiscal Subirán, si bien no se hizo nada para comprobar los hechos que relataba.
El empresario se cansó de los problemas que sufría en estos negocios nocturnos y decidió cambiar de profesión. Tenía una licencia de taxi y optó por comprar un vehículo y ejercer de taxista.
El testigo aseguró que los dos policías a los que denunció le sometieron a un intenso control. Detalló que el citado Nicanor le estuvo acosando por el aeropuerto cuando iba en busca de clientes. Explicó que el policía se situaba junto a su taxi, observándolo de modo desafiante, mientras cargaba las maletas.
Pero la situación más grave se produjo cuando salía con su taxi del aeropuerto. Los dos policías, según denunció, le estuvieron persiguiendo con un vehículo todoterreno. Al llegar a una rotonda lo asaltaron. Uno de ello sacó el arma que llevaba, apuntó directamente a su cabeza y la cargó, simulando una ejecución, si bien no llegó a disparar. Los dos policías, según este relato, le advirtieron que no volviera a atreverse a denunciarles. Lógicamente, la víctima se sintió amenazada.
