La asociación proteccionista ARCA exige a Cort que limite el número de bares y restaurantes en la primera línea del Molinar, debido a que han proliferado y han despersonalizado la zona. Además, lleva un año pidiendo a la concejalía de Urbanismo que apruebe una normativa para conservar la estética y tipología tradicional del barrio, ya que las nuevas edificaciones no siguen ninguna pauta en este aspecto, tal como denuncia la entidad que vela por la protección del patrimonio.

Sobre los negocios, destaca que preservar el uso residencial de los bajos de la primera línea "es primordial para conservar el encanto del Molinar" y recuerda que Palma ya tiene "demasiada experiencia en calles o barrios donde la excesiva concentración de bares ha perjudicado".