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Protesta vecinal

Una comunidad denuncia la pasividad de Cort por no cerrar un bar sin licencia

El Ayuntamiento revocó en enero el permiso de actividad por incumplir reiteradamente la ordenanza contra el ruido, pero el negocio sigue abierto

El Rincón de los Amigos, en la calle Benet Pons i Fàbregues 43, tiene desesperados a los vecinos.

La comunidad de propietarios de la calle Benet Pons i Fàbregues número 43, en cuyos bajos está el bar El Rincón de los Amigos, denuncia la pasividad de Cort por no cerrar este negocio, pese a que en enero revocó la licencia de apertura y actividad debido a los numerosos incumplimientos de la ordenanza contra el ruido. Los vecinos están desesperados porque el local sigue abierto y continúan las molestias, ya que se producen altercados de forma reiterada, los clientes beben en la calle de madrugada e incluso les molestan llamando al interfono de la finca a esas horas.

Los afectados no entienden por qué el consistorio no clausura el establecimiento, teniendo un decreto de alcaldía firmado el 21 de enero, es decir, hace casi medio año. La comunidad de propietarios lleva luchando para conseguir el cierre desde 2012 y ha acudido incluso al Defensor del Pueblo, quien recuerda que "el Ayuntamiento no puede adoptar una actitud pasiva ante las denuncias de los ciudadanos ni dejar de ejercer sus atribuciones de manera eficaz". Por ello, antes de que se decretase la clausura, este organismo estatal emplazó a Cort a que requiriese a la titular del negocio "el cumplimiento de las condiciones establecidas en la licencia, sobre todo en materia de ruidos". En el caso de que no atendiese la orden, instaba al consistorio a iniciar el procedimiento sancionador.

Durante el pasado mandato, Cort impuso dos precintos de cierre, uno de 15 días y otro de 40, además de una sanción inicial de 20.000 euros, tal como detalla la comunidad de propietarios. Sin embargo, la propietaria se declaró insolvente. En febrero de este año, las sanciones acumuladas ascendían a 50.000 euros, sin contar la orden de cierre, aunque no han servido de nada.

Piensan en los juzgados

Además del Defensor del Pueblo, los vecinos han contado con la ayuda de los funcionarios del Defensor de la Ciudadanía de Palma y de la asociación balear en defensa de los consumidores y usuarios, Consubal. Pero el bar continúa abierto, por lo que se plantean denunciar la situación ante los juzgados.

Al ruido de la música y de las peleas, los testimonios añaden la sospecha de que se trata de un punto de venta de menudeo. De hecho, la Policía Nacional hizo una redada unos meses después de que la comunidad de vecinos lo denunciase.

Los afectados desconocen qué intereses hay detrás de El Rincón de los Amigos para que Cort haga oídos sordos y no ejecute una clausura aprobada por el actual equipo de gobierno, al que piden contundencia contra el negocio de Benet Pons i Fàbregues.

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