Nadie se atreve a rechazarla, aunque todos dudan de su efectividad. La dispersión de los flujos de entrada a la ciudad de los turistas de cruceros anunciada por el Ayuntamiento de Palma, la Autoridad Portuaria y los consignatarios del puerto genera dudas y suspicacias entre los sectores que pueden verse directamente beneficiados por la medida. Los vecinos de la Catedral ponen en duda que sea suficiente para solventar la saturación de turistas que sufre la barriada desde hace tiempo.

El presidente de la asociación de vecinos de esta zona del Centro Histórico, Luis Clar, manifestó abiertamente que “no va a servir para nada” y que se ha adoptado “de cara a la galería”, puesto que “el 90% de los turistas que visitan Palma en una escala de crucero no adquieren una excursión sino que se desplazan por otros medios al centro histórico.

Este dirigente vecinal también se quejó porque el acuerdo “se ha adoptado como siempre, sin contar con nosotros y sin recabar previamente nuestra opinión”. A su juicio mientras no se programe la llegada de los barcos de forma más escalonada “no se va a conseguir nada”, puesto que “si llegan a puerto ocho cruceros a la vez en un día es difícil que pueda haber una dispersión efectiva de los turistas”. Para Clar este problema tiene difícil solución puesto que las navieras hacen su programación a tres años vista, aunque, a su juicio se debería ir en esta dirección.

El presidente de Pimeco, Bernat Coll, es más optimista que el dirigente vecinal, aunque también manifestó sus dudas sobre la efectividad de la medida puesto que, a su juicio “tiene que haber voluntad para que las navieras hagan servir las cuatro paradas que se van a poner a su disposición y no sigan utilizando preferentemente la del Moll Vell.

Bus lanzadera

Para el representante de esta patronal del pequeño comercio la diversificación va a ser positiva para su sector. No obstante, insistió en la necesidad de que el Ayuntamiento “trabaje con las navieras y las compañías consignatarias para conseguir que haya un bus lanzadera de la EMT que los cruceristas puedan coger a pie de barco y que disponga de varias paradas en el arco de las Avenidas para distribuir a los pasajeros. En estos momentos existen buses que determinados cruceros ponen a disposición de los visitantes, aunque, a su juicio, esta solución no es suficiente. “No pretendemos robar a nadie, simplemente que el 30% de cruceristas que no compran una excursión tengan alternativas cómodas par visitar la ciudad en función del tiempo disponible”, manifestó.

Rafel Ballester, de Afedeco, calificó de “muy buena iniciativa la medida desde el punto de vista de negocio”, aunque también manifestó sus reservas a la hora de analizar su efectividad.

Los representantes del sector del taxi son los más reticentes a la diversificación de paradas. De entrada dos de los presidentes más representativos del sector manifestaron desconocer la medida puesto que no se les había informado ni se les había solicitado su opinión.

Excursiones más caras

El presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi, Gabriel Moragues, mayoritaria en Palma, declinó manifestarse abiertamente a favor o en contra de la diversificación de paradas, aunque sí expresó su temor a que su sector se vea perjudicado y que las navieras puedan vender más excursiones “que es un producto mucho más caro que los servicios especiales que ofrecen los taxistas”.

En este sentido manifestó que estarán “alerta” por la repercusión negativa que puede provocar “una información falseada a los clientes de los cruceros al amparo de estas nuevas paradas para los buses”.

En una línea similar se manifiesto el presidente de los taxis asociados a la patronal CAEB, Antoni Bauzá, quien lamentó “la absoluta falta de información proporcionada por el Ayuntamiento a su sector sobre las nuevas paradas de los autobuses de cruceristas. Deploró que no se informe también a los turistas a bordo de servicios como el taxi-tour, con precios especiales para visitar la catedral, distintos puntos del centro de la ciudad y el castillo de Bellver, además de otras zonas de Mallorca.

Por último, Javier Bonet, del PP, manifestó que la medida “es correcta” y puede ser positiva para comercios y restaurantes”, aunque, a su juicio, “los consignatarios deben mantener el poder de decisión sobre dónde dejar al cliente en función de su perfil y del tiempo que disponga para visitar la ciudad”.

Por su parte, Josep Lluís Bauzá, del grupo municipal Ciudadanos, consideró que la diversificación puede ser positiva, aunque “su efectividad se deberá analizar cuando haya finalizado la fase piloto que una naviera ha anunciado que va a iniciar este mes”.