Emaya ha retirado más de 600 toneladas de lodos y basura depositada en el colector de agua pluvial que recorre la primera línea de la Platja de Palma. Y los trabajos aún no han alcanzado la mitad. La limpieza del denominado CAZ de aguas pluviales de la Platja de Palma se inició el pasado mes de mayo con el fin de evitar que los lodos y la basura acumulada en la canalización se depositen en la playa cuando se producen fuertes lluvias, como ocurrió en varias ocasiones a lo largo del pasado verano.

El colector, construido a mediados de los años 90 coincidiendo con la ejecución de las obras de la primera línea, dispone de tres salidas a la superficie arenosa. Una situada en la desembocadura del torrente de la Síquia, la segunda en la del torrente dels Jueus y la tercera en la zona central, a la altura del balneario 5. También dispone de compuertas de ventilación cada 50 metros aproximadamente y una entrada vertical. La canalización tiene una estructura rectangular de una longitud de 3.990 metros y de 3,5 metros de ancho por 2 de alto.

A lo largo de los años de funcionamiento del CAZ se han ido acumulando en su interior lodos, desperdicios y basuras que, en momentos puntuales, como cuando se producen fuertes lluvias, son arrastrados al mar contaminando la arena y al agua de baño y obligando en algunas ocasiones a cerrar la playa.

Los trabajos de limpieza, que nunca se había realizado en su totalidad, se encuentran en estos momentos muy avanzados, tal como destacó la presidenta de Emaya, Neus Truyol. En la primera fase, que es la que se está ejecutando, se prevé la limpieza de 2.300 metros, de los cuales hasta el momento se han limpiado 1.700, más del 72%. Se calcula que se han sacado 650 toneladas de arena y fangos, cuando antes de iniciarse los trabajos se estimó que se extraerían alrededor de 50o toneladas. En la segunda fase se realizará la limpieza de los dos tramos restantes. El agua que entra en el canal durante las operaciones dificultan los trabajos. Si bien la actuación estaba prevista a finales de primavera, las lluvias de junio y la subida del nivel del mar ha provocado la entrada de agua y el retraso del inicio de la limpieza.