Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un uniforme que impresionaba

Un testigo confirma que un policía anulaba multas a unos extranjeros a cambio de botellas de alcohol

Uno de los testigos que detalló las atrocidades de los policías locales acusados de corrupción señaló que a uno de ellos le gustaba abusar de su condición de agente de la autoridad. En concreto, se refería a Juan V., quien logró aprender la lengua rumana para tener una mejor relación con los extranjeros que actuaban, sobre todo, en la Playa de Palma cometiendo pequeños hurtos. El testigo detalló que este policía solía presumir de sus logros sexuales, porque conseguía que las "mujeres se impresionaran con su uniforme, su placa y la pistola". Con estos tres componentes, unido a la facilidad de poder hablar con estas mujeres en su propio idioma, conseguía "barra libre y sexo gratuito" en los locales de prostitución.

En ocasiones, no tenía ningún problema en entrar en estos clubes vestido de uniforme. Así, las mujeres se sentían atemorizadas al ver a un policía, sobre todo las jóvenes rumanas que hacía poco que habían llegado a España. El agente tenía costumbre de amenazar a estas mujeres para que se prostituyeran. También solía anular las multas que se imponían a estos grupos de delincuentes que actuaban en Palma. Esta gestión no era gratuita. Se lo cobraba con botellas caras de alcohol.

Este policía, en ocasiones, acudía a los locales con otros compañeros, también investigados por corrupción. Uno de ellos, para no pagar, colocó encima de la barra de una conocida discoteca de la Playa de Palma su placa policial y su pistola. "Una botella de chivas", le indicó al camarero, que lógicamente se la sirvió atemorizado ante la presencia del arma.

Estos policías, cuando estaban con amigos, solían alardear de que encañonaban a los traficantes para asustarles y después quitarles la droga, que ellos consumían.

Compartir el artículo

stats