Para controlar el cumplimiento de la reforma circulatoria en el centro y vigilar que los conductores no accedan desde el Parc de la Mar a Antoni Maura, el Ayuntamiento de Palma ha instalado una cámara de vigilancia que leerá las matrículas de los coches infractores.

En la primera fase, durante el mes de julio, quienes se salten las normas recibirán una notificación. Pero, a partir de agosto, comenzarán las multas. La sanción por acceder sin permiso a una zona Acire es de 90 euros. Se reduce a 45 euros en caso de pronto pago. Pero también se puede multiplicar si la persona titular del vehículo no identifica a quien conducía.

"El objetivo no es multar, es conseguir una movilidad más sostenible", explicó el concejal de Movilidad de Cort, Joan Ferrer (PSOE). El consistorio realizó un estudio para medir la cantidad de vehículos que transita por Antoni Maura y contabilizó 4.500 en un periodo de ocho horas.

"Los vehículos que ahora no están autorizados a entrar creaban congestión y no encontraban aparcamiento. Queremos que ese vehículo siga por el paseo de Sagrera, donde encontrará unos paneles que le informarán sobre dónde están los aparcamientos más cercanos", adujo Ferrer.

Además de la nueva cámara en Antoni Maura, Cort ha instalado otro dispositivo de lectura de matrículas junto al Teatre Principal para vigilar el acceso a la plaza de Weyler y la calle de la Unió. Muchos coches se cuelan a diario por este punto hacia el área de circulación restringida (Acire) de Sant Jaume, pese a estar prohibido el acceso desde el año 1985.