Los vecinos de Establiments no se quedaron quietos cuando descubrieron que el dueño de la finca de Can Mallol había decidido colocar unas barreras para evitar el paso. Este camino se venía utilizando durante siglos, ya que era un tramo que permitía llegar con más facilidad a Esporles. Los vecinos organizaron varias concentraciones, que fueron apoyadas por algunos partidos políticos. El dueño intentó crear un paso alternativo y abrió otro camino por su cuenta, sin contar con autorización municipal para ello. Este nuevo camino alcanzaba los terrenos del Parc Bit, pero no llegaba hasta ses Rotgetes. El Ayuntamiento de Palma dio la razón a los vecinos de Establiments y decidió acordar la recuperación pública de este tramo. Esta decisión ha sido ahora ratificada judicialmente.