Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal dieron órdenes ayer al PP de Balears de conseguir la dimisión del presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, por su presunta implicación en la trama corrupta de la Policía Local de Palma. Él sabía lo que se estaba fraguando y no esperó ni un minuto para marcharse e incluso anunció que abandona la política. Solo será "un militante de base del PP". Rodríguez compareció ayer rodeado de toda su junta, el presidente del PP, Miquel Vidal, y la portavoz en Cort, Marga Durán. Cuando concluyó su intervención, sus incondicionales le aplaudieron.

Rodríguez no dimitió en solitario. Sus principales colaboradores, Álvaro Gijón y Sandra Fernández, también dejaron sus cargos en el partido. Sin embargo, estos dos últimos no renuncian a sus cargos institucionales. Gijón seguirá como diputado y concejal en Cort y Fernández también conservará su acta de parlamentaria autonómica.

El levantamiento del sumario de la trama de la Policía Local de Palma por parte del juez Juan Manuel Penalva ha sacado a la luz las investigaciones que sitúan al presidente del PP palmesano como "artífice en la sombra" del "organigrama criminal" que utilizaba a miembros de la denominada Patrulla Verde para crear con "turbias maniobras" una estructura "corrupta" al servicio del propio Rodríguez, el Partido Popular y dos grandes grupos empresariales, Cursach y Pabisa. La trama, según el sumario, habría ofrecido trato de favor, chivatazos sobre inspecciones y protección a cambio de mordidas, consumiciones y sexo gratis.

"Niego cualquier vinculación con la presunta trama. Nunca he solicitado o utilizado servicios sexuales y me siento totalmente indefenso porque no he podido defenderme de lo que se me acusa", aseguraba ayer tarde un cariacontecido José María Rodríguez. "Dimito de forma voluntaria, ya que nunca he antepuesto los intereses personales a los del partido", afirmó el ya expresidente.

La contundencia con que describe la trama el sumario judicial provocó que durante este fin de semana desde la calle Génova 13 de Madrid, sede central del PP, hayan decidido forzar la marcha de Rodríguez. Ayer por la mañana uno de los brazos derechos de Mariano Rajoy, Fernando Martínez Maíllo, también número dos de la secretaria general María Dolores de Cospedal, llamó directamente al presidente del PP regional, Miquel Vidal, y al propio Rodríguez pidiendo que se actuara. Según fuentes populares consultadas, el PP nacional no podía afrontar una negociación para formar Gobierno con uno de sus dirigentes, presidente del PP de una capital de provincia, vinculado a una trama que presuntamente ofrecía favores sexuales gratis a políticos, según el sumario judicial. Este fue el argumento claro y contundente que Martínez Maíllo, en nombre de Mariano Rajoy, le puso sobre la mesa a Miquel Vidal.

El propio vicesecretario de organización del PP nacional también habló con Rodríguez. Según testigos presenciales, la conversación de Martínez Maíllo con José María Rodríguez transcurrió en tono cordial, pero al mismo tiempo el dirigente del PP nacional apeló a que su decisión estuviera vinculada al bien del partido, invitándole a que se marchara.

"No me han pedido mi dimisión"

Rodríguez aseguró en todo momento que nadie de Madrid le pidió su dimisión. Lo mismo hizo el presidente del PP regional. No obstante, ambos admitieron que durante todo el fin de semana y durante la mañana de ayer recibieron numerosas llamadas de Martínez Maíllo. Dirigentes populares con peso aseguraron que la posible negociación de un pacto de Gobierno en Madrid ha sido "fundamental" para que Rodríguez dimitiera.