Tras el auto de Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que desbloquea la instalación de nuevos centros comerciales en la Platja de Palma, el proyecto de ses Fontanelles ha conseguido salvar uno de los dos escollos que le impiden su construcción. El otro es la licencia de gran superficie comercial que otorga el Govern balear y que está pendiente de resolución judicial.

En caso de que el proyecto de Palma Springs consiga el visto bueno del Ejecutivo autonómico, el regidor de Urbanismo de Cort, Antoni Noguera (Més), aseguró ayer que "el Ayuntamiento deberá otorgar la licencia, porque actúa como un mero tramitador".

Sin embargo, el edil econacionalista remarcó que "ahora mismo la licencia de obras se volvería a denegar, porque no tienen la autorización de gran superficie comercial". El Govern balear, durante la etapa de José Ramón Bauzá (PP), se la denegó en dos ocasiones. En ambos casos la empresa promotora de ses Fontanelles, Unibail Rodamco, recurrió la decisión ante los tribunales.

Por su parte, el PP criticó que tras el auto del TSJB "toda la presión urbanística de grandes superficies comerciales se traslada a la Platja de Palma", según afirmó el conseller insular Mauricio Rovira. El tribunal autonómico levanta la moratoria para instalar centros comerciales únicamente desde Can Pastilla hasta s'Arenal.

Aunque en la zona no quedan demasiados terrenos libres en los que se permita la instalación de grandes superficies, el PP alertó de un posible "efecto llamada" hacia la zona costera.

Rovira instó a los responsables del Consell de Mallorca a que "apliquen la prudencia y busquen una solución que dé seguridad jurídica en el ámbito de la Platja de Palma". Además, los populares relacionaron la declaración de caducidad del expediente de ses Fontanelles -Cort la decretó en diciembre de 2015- con la situación de desprotección urbanística en la que ahora está la zona de s'Arenal.