La Asociación de Vecinos de la Seu continúa su cruzada contra los problemas de tráfico en los alrededores de la Catedral. Tras la supresión de una veintena de plazas en la calle del Mirador (frente a la Seu), ahora proponen al Ayuntamiento de Palma que construya dos nuevos aparcamientos subterráneos que suplan la falta de estacionamiento en el centro histórico de la ciudad. Las ubicaciones que sugieren a Cort son la calle de la Constitució (bajo la sede de Correos y junto al paseo del Born) y la plaza de la Porta del Camp.

La asociación vecinal del barrio catedralicio hizo pública ayer esta propuesta, después de que el área de Movilidad del Ayuntamiento haya anunciado nuevos cambios. En cuestión de semanas, Cort quiere restringir el acceso de vehículos privados por la avenida de Antoni Maura y la calle del Conquistador para quitar tráfico en el centro de la ciudad.

Los vecinos de la Seu han planteado otras medidas para mejorar la circulación y el aparcamiento en su barriada, como la obligación de que las motos estén dentro de sus aparcamientos específicos cuando estén en un área de circulación restringida (zona Acire).

El aparcamiento es uno de los mayores problemas de las zonas Acire. En el caso de la Catedral, hay 464 vehículos con derecho a circular y estacionar en la zona Acire, pero solo hay 62 plazas de aparcamiento disponibles para coches. Las motos pueden circular y aparcar libremente en cualquier Acire. Por ello, los vecinos piden que se restrinjan sus opciones de aparcamiento para no dificultar aún más el estacionamiento de coches o furgonetas.

Otra de las ideas que solicitan es aumentar la frecuencia del autobús de la línea 2 de la EMT, el único que recorre el interior del centro histórico. Actualmente circula con una frecuencia de paso de 15 minutos por las mañanas y 30 minutos por las tardes.

También solicitan que el Ayuntamiento presione a las empresas de alquiler de coches para que los turistas que alquilan un coche conozcan las restricciones de circulación y aparcamiento de la ciudad, ya que a menudo muchos se cuelan en las zonas prohibidas por desconocimiento. Por último, piden a Cort más diálogo para consensuar las medidas que les afecten como vecinos.